Capítulo 5: Mucha gente y poco espacio personal.

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Llegué al salón de actos, es una sala enorme llena de gente toda apelotonada,  realmente esperaba que se pasase rápido el discurso. Me senté en la parte de atrás del todo, no soy de esos pelotas que se ponen lo más cerca posible para poder escuchar mejor y toda esa patraña de escusas para no decir que quieren la aprobación de los profesores y ser sus manos derechas. ¡Vamos, si el discurso ha sido el mismo estos dos años!, dudo que de verdad lo quieran escuchar, bastardos pelotas.

Me senté atrás, creyendo que estaría solo, a mi bola, solo acompañado por los que quieren dormir, o hacer burla del discurso. Por ello me fui a la esquina, cuanta menos gente mejor....

- Chico con prisas -Perdona,¿ me podría sentar?

Un chico alto como un rascacielos se colocó al lado mía, ni esperó a que le respondiese el bastardo. Miré para ver quien era el desgraciado pero en cuanto supe quien era decidí no volver a mirarle por seguridad y porque aunque no muchas, sigo teniendo ganas de vivir.

- Chico con prisas -Spasibo, sé que es muy repentino, pero no tenía otra.

No me podía creer mi suerte, el chico al lado mía notablemente nervioso, era Iván Braginski. Un estudiante ruso que aunque tenga una apariencia algo intimidante de aspecto, los rumores son lo que más me dan miedo de él. Dicen que el año pasado casi ahoga a un estudiante de un curso superior,¡solo con sus manos desnudas! Y también dicen que viene de un manicomio y se hace pasar por el verdadero alumno. Yo intentaré no hacer nada notablemente extraño y ya.

- Lovino- A-ah claro, no pasa nada... E-estate cuanto quieras, jaja

- Iván- ¿Enserio? ¡Ay, muchas gracias me salvas la vida!

-Lovino- N-no hay de que...

No parece tan malo, pero aún así no debo confiarme, seguro se guarda el monstruo para cuando está solo con una persona.

- Iván- Oye, si no te importa que pregunte, ¿qué haces aquí solo?, ¿no tienes amigos?

- Lovino -¡C-claro que tengo!, pero no están aquí aún, y me echarian mucho de menos si desapareciese...

- Iván-  Jaja, parece una excusa barata...

¿¡Pero a este tío qué le ocurre?!¿Qué le importa mi vida privada? ¡Solo le dejé sentarse casi forzosamente, no le abrí las puertas a mi corazón! Le cantaría las cuarenta si... si no estuviéramos en el salón de actos.

- Iván -Oye, si quieres puedes ser mi amigo. Mejor dicho...¿Te gustaría ser mi amigo?

Ahora sí tenía miedo,¿qué le iba a responder?... Estaba pensando qué responder cuándo de la nada salieron dos chicas que venían corriendo, la más bajita corrió hacía nuestro lado como si la vida le dependiese de ello, y por otra parte, la que aparentaba ser la mayor estaba cansada de correr.

- Chica extraña- ¡Braaaaaat, te encontré!

- Iván- ¡AAAAAAH, Natasha, déjame ya!

- ¿Natasha?-¡Ven conmigo hermanito!, con lo que me costó encontrarte, ¡ahora no podrás huir de mi!

- Chica exhausta -¡Natalia, deja en paz a Iván!

- Natalia-¿Eeehhhh?, déjame en paz Katyusha...

- Iván -¡Katyushaaaaa!, dile a Natasha que me deje.

¿En serio este es el aterrador Iván Braginski?,pero más importante, ¿esos dos bombones quiénes son?

Me levanté cómo todo buen caballero a recibir a las dos damas que venían a deleitarme con su presencia.

Dos ojos dos voces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora