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|| La vida de las humanas ||

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|| La vida de las humanas ||

El gatito dormía profundamente en su camita. Esa cama, era una de entre otras cosas que le había conseguido su dueña. Unos cuantos juguetes, la caja de arena. Y lo que más destacaba entre todas esas cosas, era su collar rojo. 

Este tenía unas bolitas blancas con curvas en la parte de arriba. Una tenía un círculo azul relleno, y la otra tenía un círculo rojo sin relleno. (Clara referencia a Haku-Youdai y Hitodama-San).

De repente, escuchó la puerta abriéndose.

—¡Yugi!¡Ya llegué!—. Gritó la albina, el gatito se acercó y le acarició una de las piernas—.

Cabe destacar, que esto era lo que más le encantaba hacer, debido a que su dueña, (Cómo ya sabemos) tenía piernas de rábano.

Ella lo cargó y lo acarició en una de las orejas. Cosa que le gustaba mucho a Yugi.

Ella le sirvió un poco de comida en el plato que tenía al lado de su camita, y él se puso a comer mientras ella se cambiaba el uniforme.

La albina se puso una ropa casual, y cogió su bolso.

Cuando salió del cuarto, ella vio a Yugi. Este ya había terminado de comer.

—Bien Yugi, vámonos.—Le dijo ella, cargándolo y metiéndolo en el bolso, dejándolo un poco abierto para que este tuviera la cabeza afuera y pudiera ver. Ella se puso el bolso del lado opuesto a como se debe—.

La ojos rojizos salió de su apartamento y tomó un taxi.

Ella trabajaba en un lugar para mascotas junto con su mejor amiga Aoi. Así que ella se llevaba a Yugi para que jugara con el perrito de Aoi, Akane. O así lo había llamado.

Además, Sakura, que era una amiga de ambas, era dueña del hermano de Yugi. Yashiro se dio cuenta cuando la peli-verde había ido a visitarla.

Pero dejando de lado el tema.

Cuando llegó al lugar, le pagó al taxista y se bajó. Abrió la puerta y entró al lugar.

—¡Hola Aoi! Llegué para trabajar un poco—. Dijo—. Como todos los días...

—Ah, Nene-Chan—La amiga se volteó para verla mejor—. Hola Yugi~ ¡Akane! Mira quien vino.

El perro puso una cara de...¿Desagrado? ante el gato. Este último salió del bolso de la albina y salió a jugar con él. Ambas mascotas se fueron al cuarto de esperas para mascotas a jugar.

—Aoi, Sakura no vendrá, ella me dijo en la escuela que tenía que hacer algunas cosas.—Le dijo la oji rojiza—.

—Oh, bueno creo que no le gustará a Yugi, Tsukasa es su hermano así que...—La peli-morado soltó una pequeña risa—.

Aoi se acercó a la puerta y volteó el cártel de "Abierto". Para hacer saber que estaban en servicio.

A los pocos minutos llegó uno que otro cliente. Hace falta decir que el "Spa para mascotas" de Aoi y Nene era famoso en la ciudad, así que había mucho trabajo por hacer, por lo que ambas trabajaban hasta tarde. Pero sólo un poco. Cerraban a las 10.

Pero, eso no era algo que le agradara mucho a Yugi.

Sólo aguantaba debido a que su dueña le había prometido un "Día entre dueña y gato" algún día. Así que el sólo esperaba impaciente.

Al final del día, ambas amigas tomaron a sus mascotas. Aoi le había puesto la correa a Akane, y Yashiro había hecho lo de antes con Yugi. Cerraron el lugar, se despidieron y se fueron a casa.

Y así era todos los días. Yashiro se despertaba, se daba un baño, se ponía su uniforme, iba a la escuela, regresaba, se iba a trabajar, volvía, cenaba, y dormía.

Los únicos días que no era así eran los fines de semana.

Pero eso no duraba mucho para Yugi.

¿Cómo se quejará un gato? 

Moshi-.

Yugi, el gato || JSHKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora