Si me pides una descripción para este gato, diría lo siguiente: Es el gato más leal que conozco.
Pero, no es un gato.
Yashiro Nene, estudiante de preparatoria, adopta a este pequeño gato cuando lo encontró en una caja en medio de la calle.
Poco a po...
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A ver, a ver, ¿Aquí qué pasó?
Primeramente Nene pensaba en Yugi, y en si una relación de esas iba a funcionar entre ellos. Luego llegó Yugi a molestarla, se le escapó un "Son celos", y ahora acababa de decir semejante palabrota, bueno, así lo pensaba la pelos crema.
"¡Mierda, mierda, mierda!"
—¡Yugi!¡Eso es...una grosería!—. Vaya que estaba sorprendida, pero lo que más la sorprendió fue lo que el ya no gato le contestó.
—¡A la mierda!—.
—¡YUGI!
—¡Lo siento, ¿Bien?!—.El azabache estaba sonrojado hasta los hombros, y eso es una exageración, prácticamente no quería que la ojos rojizos le viera la cara, ¿Cómo va a dejar que eso suceda?¡De ninguna manera!
—.Oye...Si tienes algo que decirme...soy todo oídos...
—No, no, no te preocupes...—Dijo, para después tragar saliva y levantarse de su asiento—.Me voy...Te veo en clases...
—A-Adiós...
¿Qué hizo mal ella...?
Nada, absolutamente nada...Sólo...Que Yugi haya dicho "Celos" justo en ese momento, y con esa expresión en su cara...Le parecía...tierno tal vez...
Sí...Tierno.
Entonces, ¿Yugi gustaba de ella?
Eso lo averiguaría, sin importar qué.
Bueno, después de clase se fueron a casa, cenaron, hicieron los deberes, y se pusieron a ver series coreanas porque a Yashiro le gustaban esas cosas. Yugi no le veía nada, pero igual se la vio con ella porque le gusta verla sonreír.
—No entiendo...¿El chico sólo se le acercó y una alarma sonó?
—Yugi, esto se llama Love Alarm, se trata de una aplicación que te permite saber quién está enamorado de ti en un radio de 1 metro.—Nene sabe mucho de esto, ¿Era necesario explicar?
—Ah...—Yugi no entendía nada siendo sinceros.
Al final de 3 o 4 capítulos, (8000 para Yugi), decidieron irse a dormir.
Pero había un PEQUEÑO problemita.
¿Dónde carajos dormiría Yugi?
—Ahmm...no te preocupes, puedo dormir en el sofá.
—¿Qué dices?¡No! Yo lo haré por ti.
—Hey, de ninguna manera...Soy un hombre, puedo con esto...
—Aish, ¿Sabes qué? Tengo un colchón extra, puedes dormir ahí en mi habitación.
—¿Enserio? Pues bien, me parece bien, siempre y cuando no duermas en el sofá...
—Si, si, ya vámonos, tengo sueño.
—Bueno...
Yugi tomó el colchón, le puso una que otra almohada, y se acostó allí con una manta para el frío. Bueno, eso era incomodo...
—Hasta mañana Yugi...
—Hasta mañana...—Yugi cerraba los ojos lentamente, hasta que escuchó una voz.
—Oye...
—¿Si?—Volvió a abrir sus ojos para prestarle mayor atención a la de pelos pastel.
