Capítulo XXIII

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Todos estábamos estáticos, nadie podía creer lo que veía, él lo había hecho, Madara había logrado su objetivo. Ahora era el Jinchuuriki del 10 colas y nosotros, no podíamos estar en peor situación.

―¿Y Naruto? ―Pregunté a uno de los ninjas que se encontraba a mi lado.

―Sakura se ha ido con él y el Kazekage, creemos que sigue vivo.

―¡Minato! ―Llamé, buscando al hombre rubio resucitado.

―¡Aquí! ―Respondió apareciendo a mi lado, estaba hecho trizas, ya había perdido un brazo.

―La mejor idea que se me ocurre es que busques a Naruto, aun puedes mantenerlo con vida. ―Dije, sin despegar mi mirada de Madara.

―¡Si! ―Enseguida, el antiguo Hokage desapareció de mi lado dejándome nuevamente sola en el campo de batalla.

―¡¿Ahora cuál es el plan?! ―Pregunté en un grito hasta Madara, quien enseguida me miró con una sonrisa muy torcida.

―En este punto pensaba revivirte junto con Izuna, pero Hashirama se adelanto a eso...

―¿Revivirnos? ¿Querías revivirnos? ―Reí con sarcasmo.― Déjame entender la situación, todo esto, fue para hacerte el más fuerte ¿Y revivirnos?

―Bajo un contexto extraño y un tanto egoísta puedes verlo así, pero no. ―Dijo, colocándose frente a mi, tan cerca.― ¿Dejaría a mi familia por algo tan frívolo? 

―Para mi tiene todo el sentido. ―Dije cruzada de brazos.

El tenerlo frente a mi, discutiendo algo con su seriedad y mi sarcasmo me llevaba a aquel tiempo donde vivíamos juntos. Cada día era distinto y si, existian las peleas y también los buenos momentos. Nostalgia. Lo amaba, cada día, hora y segundo que estuvo en mi vida lo ame como una desgraciada y no me arrepiento, esa era la peor parte, no me arrepentía de nada, absolutamente nada. Cada beso, mirada y caricia, fue tan preciado para mí en cada momento que me niego a olvidarlo. Quiero que este hombre en mi vida, lo quiero conmigo cada minuto posible, ya quiero que sea un sueño, una alucinación, quiero que me ames cada maldito segundo como yo te ame a ti aún después de mi muerte.

Madara, te amo.

―¿En qué... momento te fuiste de mi vida? Hablé sin pensar.

Divague demasiado en mis pensamientos, pero su mirada se notaba distinta, ya no era simple frialdad, podía notarlo, por un momento él también se sintió en casa.

Lo hice pensando en ustedes, Yagura, en el futuro de todos...

―Por favor, Madara... dime lo que realmente está pasando ¿Qué es todo esto? Pregunté desesperada, sentía la intimidad del momento, me daba cuenta de cómo poco a poco se abría conmigo, nosotros ya no estábamos en el campo de batalla, ahora solo eramos nosotros dos.¿Cuál era tu objetivo?

Tsukuyomi...

Entonces, de la nada, rompiendo aquel momento, un hombre fornido de cejas pobladas se posicionó entre nosotros.

No...

De un golpe, aquel hombre alejó a Madara de mi.

―¡¿Qué haces?! ―Grité, llena de ira.

Madara finalmente se había detenido a hablar conmigo, el único momento donde sentí que realmente sólo estabamos nosotros dos.

El impacto contra el árbol fue sonoro, Madara había retrocedido y se encontraba volando sobre nosotros, mientras aquel hombre regreso a mi lado.

El Verdadero Sentimiento Uchiha | Madara Uchiha | [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora