Capítulo XI.

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―No es por ser grosero... señorita.― Reí de manera quedada.― Pero ni tu ni nadie me obligará a nada.

―Tampoco te lo estaba preguntando, iremos al distrito Uchiha, hay cosas serias que debes arreglar.

De pronto desapareció de mi vista, por inercia tome uno de los kunai que cargaba conmigo. Mantuve mi respiración calmada, intentando percibirla.

―Te tengo.― Murmuré al escuchar un ruido sobre las ramas secas.

Pero antes de que pusiese moverme, un golpe me tomó por sorpresa, obligándome a perder fuerzas para así caer.

...

―Y cito: Desde la supervisión del consejo, se da la completa autoridad de ceder el cargo de único líder del clan Uchiha, al hijo del que una vez fue el más fuerte de todos: Uchiha Izuna.

Todos asintieron con aprobación, observando como Ukyo firmaba de primeras el pergamino escrito por él y dictado por todos.

En mi sala, al no poder salir ni moverme con facilidad, debimos hacer la reunión donde yo pudiese participar. Sobre una silla de madera con ruedas que Tobirama se había tomado el tiempo de hacer.

Espero que me perdones.

Decía aquella carta que se encontraba sobre la silla.

Suspire dejando de lado ese mal recuerdo de rabia al leer aquel papel. La situación me había orillado a tener que contarle toda la verdad a mi hijo y obligarlo a cumplir con su responsabilidad, responsabilidad que seguramente el rechazaría.

―¿Yagura-sama?― Llamó una mujer de notables 60 años, Yana, miembro sumamente importante del consejo de la aldea.― ¿Se encuentra bien?

―Lo siento...― carraspeé la garganta al sentir sed.― Me siento un poco cansada.

―Sólo hace falta su firma para terminar con esto ¿Si?

Asentí, tomando el pergamino que ella me extendía junto al pincel lleno de tinta.

Sabía que Izuna esto no lo perdonaría de igual forma, pero si ya me odiaba, no que me quedaba nada más que perder. Con pesar firme tomándome mi tiempo, no había vuelta atrás después de esto, ya era una decisión tomada.

―Bien, sólo falta la firma de Izuna.― Habló Hashirama, quien durante toda la reunión no se había inmutado, al ser el Hokage su estadía aquí era obligatoria.

―Esto es todo, en cuanto a Izu...

El estruendo de la puerta fue audible, esta había sido azotada, con rapidez me moví hasta un poco, observando mejor lo que había en el umbral. En él se encontraban una Sadashi cansanda aparentemente y mi hijo inconsciente en el suelo.

―¡¿Qué le hiciste?!― Exclamó Yuka, quien corrió hacia mi hijo intentando auxiliarlo.

Sadashi frunció el ceño sin saber lo que pasaba, así que antes de que ella pudiese responder, preferí ser más clara.

―Yo se lo ordene, Yuka.― Dije sin dejar mi posición.

En este momento tenía que actuar como una buena líder, hasta el momento en que mi hijo decidiera despertar.

―¿P-por qué?― Preguntó, alzando la cabeza de Izuna en su regazo.

―Porque es un adulto actuando como un maldito niño.

Expresarme así de él no era cosa de costumbre, era necesidad, no debía mostrarme débil, mucho menos en un momento tan importante, las cosas debían empezar a controlarse.

El Verdadero Sentimiento Uchiha | Madara Uchiha | [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora