Todos observaban a la mujer de largos cabellos castaños con curiosidad y algunos otros con confusión, temor a lo que pudiese pasar.
―¿Tobirama?― Habló la mujer rodeada, divisando de primeras al hombre alto de cabello plata, quien la observaba sin poder creerlo.
Tantos años habían pasado, décadas desde su muerte y finalmente la veía de nuevo, como si nada hubiese pasado.
―Ane...― Murmuró el menor, aun sin procesar por completo la situación.
―¡No lo puedo creer!― Exclamó la mujer, llegando junto a sus hermanos para después atraparlos en un energético abrazo que parecía necesitar. ―Tantos años... décadas... cuanto necesitaba verlos de nuevo.
―Nosotros a ti, Yagura.― Habló el mayor de los tres, abrazando el hombro de su hermana menor.
Los tres se encontraban juntos nuevamente, en la misma habitación, abrazándose como tanto habían anhelado en sus vagas almas.
―¿Cómo es que...?
―Edo Tensei... el hombre serpiente lo ha robado.― Respondió el segundo, observando ahora con resentimiento al más pálido y alto de todos.
La Senju observó al hombre del cual hablaba su hermano menor, con curiosidad se acercó hasta él, observándolo con cierto recelo. De la nada la mujer de largos cabellos castaños sonrió ligeramente hacia aquel hombre.
―Gracias por dejarme ver a mis hermanos una vez más.― Agradeció son cambiar su postura.
El Sannin la miraba confundido hasta cierto punto, pensando en que quizás esa mujer estaba loca, aunque más bien, era el hecho del que no lo conocía del todo.
―Lamento si te mire mal, pero tu chakra es demasiado extraño, no pareces una sola persona a pesar de tener tan sólo un cuerpo.― Explicó la mujer aun con curiosidad en sí.
―No es para menos... no soy una persona común.― Explicó el sannin con aquella extraña voz que lo caracterizaba.
Dejando salir un pequeño aire, la Senju observó a su alrededor, dándose cuenta del que no sólo eran sus hermanos, sino más, reconociendo a Sarutobi Hiruzen, el discípulo de su hermano menor.
―¿Quien eres tu?― Preguntó Yagura al detener su mirada sobre el hombre de cabellos rubios.
―¿Yo?― Apuntándose a su mismo con sorpresa, pues no esperaba hablar con ella.― Eh... me llamo Minato, soy el cuarto Hokage ¡Es un gusto!― Con nerviosismo se dirigía hasta ella, notando como lo observaba con confusión.
―¿Cuarto Hokage? Vaya... nunca espere ver al mando a alguien tan guapo...― Rió la Senju mirando con ironía a los otros tres.
―Muchas gracias, Yagura-sama.― Agradeció el rubio tomando su nuca con nervios.
―¡Aparte de guapo, tierno! Tu debes ser el hombre perfecto, bueno... Debiste ser...― Murmuró, recordando la situación de golpe.
Ella nuevamente miró al grupo de los vivos, centrándose completamente en alguien, observándolo sin poder creer lo que sus ojos presenciaban.
―Yagura, él...
El menor de los tres hermanos tomó el hombro del mayor, dedicándole así una mirada de seriedad que transmitía lo suficiente para saber lo que pensaba.
La mujer de largos cabellos castaños se acercó hasta el Uchiha presente, mirándolo así más de cerca, observando cada detalle sin dejar que alguno se escapase de sus ojos, esperando no estar soñando.
―Izuna― Dijo al aire, tomando con delicadeza la mejilla pálida y suave del chico frente a ella.― Esto es...― Sin contener sus acciones, tomó sus hombros en un abrazo llenando al chico del cariño que ella necesitaba dar.
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El Verdadero Sentimiento Uchiha | Madara Uchiha | [2da Temporada]
FanfictionSegunda Temporada.