Capítulo XIII.

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Tomé su rostro entre los manos, un poco fría a pesar de lo cubierta que se encontraba, la fiebre era evidente, pero no había nada que hacer. Ya no.

Suspire por enésima vez en la noche, ella llevaba mucho tiempo inconsciente, no daba señales de querer despertar y Sadashi era la más preocupada de todas, pues su diagnóstico eran 2 horas y quizás 6 habían pasado ya, quizas más.

Ya no sabía que esperar, si su muerte directamente o a que mínimo me mirase por última vez antes de dejarme.

―Sólo quiero que despiertes para decir mi nombre otra vez...― Murmuré acariciando su cabello castaño.

Entonces, una de sus manos que se encontraba sobre su vientre se movió, rápidamente tomé está con esperanza, buscando sus ojos esperando así que los abriese finalmente.

―Madara...― Fue lo primero que salió de sus labios como un ligero susurro.

Presione con fuerza su mano, el primer pensamiento de mi madre al despertar habia sido mi padre.

―Mamá...― me acerqué más hasta su rostro logrando llamar su atención del techo.― Estas bien.

―Madara.― Repitió, esta vez más firme, pasando de mi para observar hacía la ventana, en un suave movimiento se sentó sobre el futón.

―Madre por favor, deja de pensar en él te lo pido...

Si ella lo recordaba quería decir que su vida más corta era, que ya no estaba completamente en sus cabales.

―Madara.― Trague saliva al verla tan empeñada.― Por favor.

La ventana se abrió de golpe, la cortina evitaba mi vista hacia lo que se encontraba detrás de ella, aunque era más que obvio. Después de todo lo sucedido, de las mentiras reveladas y las confusiones del pasado de mi Madre. Él estaba ahí. Mi padre estaba ahí.

...

Mis ojos empezaron a cerrarse de manera involuntaria, por inercia tomé la mano de mi hijo y lo miré, este había caído recostado a mi lado.

―Izuna...― Llamé intentando no  caer inconsciente. Miré por última vez aquellos rojizos ojos de Madara.

Esta noche, la familia Uchiha se uniría por primera vez.

...

La casa, aquella casa donde había pasado mi corta vida junto a él estaba dentro de esta ilusión, completamente iluminada por el día que supuestamente era, los tres sentados en el mismo kotatsu en el que había pasado mi mayor tiempo esperando por Madara.

Izuna se encontraba a mi derecha mientras Madara a mi izquierda. Era momento de arreglar todo.

―Haz cambiado mucho.

Lo miré buscando a quien se refería, este me observaba con aquellos rojizos ojos que tanto odio.

―17 años no es poco.― Respondo evitando su mirada.― Tardaste demasiado en regresar.

―Pero aquí estoy.

―Para arruinarlo otra vez.

Ambos dirigimos nuestra mirada hacia Izuna, quien a pesar de verse calmado la furia era visible es sus ojos.

―Tu no sabes lo que sucedió.― Habló Madara con un todo fuerte y grave, como su voz siempre había sido.

―Tienes razón...― Negó Izuna con la cabeza.― No lo sé, no sé nada... Pero todo es fácil de comprender para mi al ver a mi madre rota, destruida por lo que seguramente tu hiciste.

El Verdadero Sentimiento Uchiha | Madara Uchiha | [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora