★VI★

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De repente esos días grises, aburridos y monótonos que eran su vida habían cambiado para bien, en toda esa rutina ahora había felicidad, cada amanecer era esperado con muchas ansias y cada noche era un desvelo pensando en que pasaría el día de mañana

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De repente esos días grises, aburridos y monótonos que eran su vida habían cambiado para bien, en toda esa rutina ahora había felicidad, cada amanecer era esperado con muchas ansias y cada noche era un desvelo pensando en que pasaría el día de mañana.

Todo en su vida había cambiado desde el día en que visitaron el campo militar para entrenar, justo en ese preciso momento, cuando dislumbro la verdadera belleza y encontró lo que sería su más valioso tesoro hasta que su corazón deje de latir.

Él no sabía la razón de ese cambio... ¿O sí? Bueno, tenía las sospechas pero no quería admitir abiertamente su debilidad al mundo, ese era un secreto entre su mente y corazón, que se susurraban todas las noches el nombre de ese ser y con el que soñaban, incluso estando despiertos, con la esperanza de un día alcanzarlo, tocarlo y hacerle saber al mundo que le pertenecía.

La alarma que todos los días apagaba con pereza, empezó a sonar con desesperación al ritmo de los automóviles que corrían afuera del edificio con desesperación, la única diferencia, es que ésta vez esa fastidiosa alarma era la señal de que era hora de ir al lugar que, recientemente, se había convertido en su lugar favorito.

Rápidamente y con emoción notoria la apagó, para luego dirigirse al baño.

Estando ahí, puso su canción favorita en su telefono, disfrutó de cada parte de ella, bailó, cantó y gozó con cada esplendida melodía. Se liberó del cansancio y del estrés acumulado que había dejado el día anterior en su cuerpo, dando paso a un ser renovado, lleno de júbilo y ánimos para llevar a cabo otro día más. Terminando su baño matutino, se hundió en su armario, buscando un atuendo adecuado para el día de hoy, procurando que sea cómodo y al mismo tiempo apropiado.

No tardó mucho en llegar a él, después de todo, su armario estaba repleto de diferentes prendas para distintas ocasiones.
Se vistió, dando una rigurosa revisión a todo su atuendo, él no quería una arruga o una prenda mal combinada en su conjunto.

Eso era ¡IMPERDONABLE!

Él debía estar impecable siempre, no se permitían imperfecciones en su apariencia, mucho menos cuando se dirigía a ver a ese ser tan magnífico.

Con todo en su lugar, su casa ya limpia y sin ningún detalle que se le olvidara, emprendió cu camino hasta su auto. Aunque había que admitir, que cada segundo en el que llegaba hasta su vehículo se le hacía sumamente turtuoso, la necesidad de verlo era mayor a su paciencia en todos los sentidos.

Sin embargo, sabía que sería bien recompensado, tanto sus ojos y oídos serían deleitados con la presencia de él, de ese monumento hecho hombre que era digno de admirar, el cual podría observar un día entero sin cansarse, es más, lo observaria toda una vida si se le permitiera.

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Estaba a punto de llegar al cuartel, todo ese tramo desde su casa se le había hecho eterno pero ahora por fin llegaba y todas sus ansias serían dispersadas por él.

★Mi Sexy Detective★ [Viktuuri/Yuri!!! On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora