Harry no sabía cómo explicarle a Teddy que Andrómeda ya no estaba y tendría que vivir con él a partir de ese momento. El pequeño no dejaba de llorar noche tras noche llamando a su abuela, la paz que había en Grimmauld Place se acabó y dejó a su paso un caos de juguete y desorden
Hermione y Ron parecían muy contentos con la idea de que Teddy se quedará con él, en el fondo sabían que estaba mal imponer a Harry una tarea de ese tipo, especialmente, cuando no estaba preparado para ella. Pero, era el momento oportuno para recuperar a su viejo amigo. Ellos irían el próximo fin de semana para ver al bebé y hablar con Harry.Mientras ellos se alegraban, Harry perdía la cabeza con cada nuevo chillido de Teddy. El niño le había declarado la guerra. No aceptaba nada que prohibiera de él y a duras penas se dejaba tocar por Kreacher, parecía amar más al elfo que al pobre Harry.
—Yo no te quiero, no te quiero. Quiero ir a casa. Poi favoi, Poi favoi.
—Teddy no puedes irte, ahora vivirás aquí conmigo.
—¡No!
Salió corriendo tropezando con un estante que cayó al suelo rompiendo muchos objetos, entre ellos la snitch que aprovechó la ocasión para abrir sus alas y desaparecer.
—Quiero a la aguela. Quiero a mi aguala, ¡Ahora!
—Ella no está, salió por un tiempo. ¿De acuerdo?
—¡No! —Como venganza el niño le lanzó una caja de chocolates que Harry le había regalado esa mañana como ofrenda de paz.
Teddy se sentó frente a la chimenea con la sonajera que le había regalado Pansy unos días atrás. En ocasiones la hacía sonar, pero no parecía hacerlo olvidar el hecho de que su abuela no estaba allí.
—Panshi.
—¿Qué?
—Panshi, ¿Onta' Panshi?
—¿Quieres ver a Pansy?
—Sí —Dijo enjugándose los ojos.
Harry no podía culparlo, parecían haber hecho una conexión que ellos no tenían. Sin mencionar que Pansy parecía caerle mejor por como lo trataba y al menos sabía cómo cargarlo o darle de comer, cosas que Harry apenas había comprendido después de cuatro días de gritos y objetos rotos.
—¡Kreacher! ¿Puedes cuidar de él unos minutos? Voy a escribir una carta.
El elfo se alegró de jugar con el niño, hasta él tenía mejor relación con Teddy que Harry. No lo pensó dos veces antes de enviar una lechuza a Pansy rogándole que fuese a verlo a su casa. No había tenido noticias de ella después de enviarle el obsequio a Teddy, tampoco había logrado salir mucho de casa desde entonces por lo que no había visto a Craigh para preguntarle.
Los primos compartían un piso en el centro del Callejón Diagon, Harry jamás había estado en ese departamento. No le gustaba visitar el hogar de ninguno de sus amigos por si estos se sentían en la obligación de devolver la visita.
Unas horas después Pansy había accedido a visitar a Teddy, lo haría esa misma noche después de cumplir con unos compromisos. Harry estaba vuelto loco ayudando a Kreacher a limpiar la casa, debían aprovechar que Teddy se había dormido y que no destruiría sus progresos.
—Amo, se metió un Bogart al armario del segundo piso, el que está junto a la puerta de arriba.
—Tu sigue con esto, yo lo sacaré en caso de que Teddy lo encuentre.
Mientras Harry se deshacía del problema, Pansy llegaba a la casa en completo silencio. No sabía qué hacer o decir, se suponía que Potter iba a estar allí, pero la casa estaba en silencio.
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Amor entre serpientes y leones: Hansy.
FanficDespués de la guerra, Harry Potter ha decidido vivir la vida que estuvo a punto de perder en múltiples ocasiones, claro que después de un par de años sacando provecho de ser "El elegido", su mundo da un giro de 180° cuando Andrómeda Tonks fallece, l...