Capítulo Catorce

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POV: Zoella

Desperté por la fuerte luz que atravesaba mi ventana gracias al brillante sol.

Trate de reclinarme para estrujar mis ojos y quitar todo rastro de sueño, pero fallé tras sentir una gran punzada en mi cabeza.

De repente la noche anterior se presentó bruscamente en mi mente.

Todos viéndome bajando las escaleras.

Dave, Jimmy y su hermana (de la cual no recuerdo el nombre) y yo sentados en una mesa en la cocina.

Dave besándose con esa mujer.

Yo bebiendo y bailando con la hermana de Jimmy.

Me embriague y discutí con Dave.

Yo yendo a mi habitación y gritando mi odio hacia los hombres y hacia Dave.

Y...

Dave entrando a mi habitación; yo golpeándolo;  el diciéndome...cosas que no se forman bien en mi cabeza en este momento. Yo dándole una buena bofetada; y finalmente... durmiéndome en sus brazos.

Al recordar lo ultimo me senté de un tirón en la cama y tranquilamente tomé una de mis almohadas y la puse frente a mi cara. Dure unos diez segundos viéndola fijamente y luego hundí mi cara en ella gritando fuerte por la frustración.

—¡Por que todas las cosas horribles me pasan a mi, joder!— grite contra la almohada.

Luego de unos pocos minutos sacando toda esa frustración. Como hice al inicio, tranquilamente puse la almohada donde estaba como si no hubiese pasado nada.

Lo sé, estoy loca.

Pasados unos veinte minutos en los cuales me quede sentada en la cama procesando todo lo que ocurrió anoche decidí pararme he ir al baño a hacer mis necesidades y a lavarme los dientes.

Al intentar pararme un leve mareo se presentó en mi pero gracias al altísimo desapareció.

Error.

Casi llegando al cuarto de baño me tambalee y caí sobre mi estómago Justo al frente de la puerta del baño.

Esta vez solo me reí, ya que si lo tomaba en serio era capaz de estrangularme a mi misma por ser tan torpe.

—Está confirmado, las cosas horribles sólo me pasan a mi.— dije luego de dar un largo suspiro, para luego pararme y terminar de llegar al cuarto de baño.

Me sorprendí al ver mi rostro en el espejo que estaba colgado encima del lava manos.

¡¡¡QUE DIABLOS LE PASÓ A MI CARA!!!

Como si mi vida dependiera de ello, busque el desmaquillador y comencé a quitarme cualquier rastro de maquillaje.

Mis ojos tenían todo el rímel y el delineado corrido, fue lo primero que desmaquille. Ya luego desmaquille lo más simple, como las cejas y las demás partes de mi cara.

Conforme con el resultado, procedí a lavarme los dientes, luego la cara y a humectarla.

Salí del cuarto de baño y me puse unas medias, ya que no quería ponerme sandalias, agarre mi pelo (el cual parecía un cómodo y cálido nido de pájaros) en una coleta despeinada.

Emprendí mi camino hacia la cocina y al bajar las escaleras me quede en shock.

¡LA CASA ESTABA VUELTA UN DESASTRE CON LETRAS MAYÚSCULAS!

No Te Enamores De Tu Niñera +18© ||Editando||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora