Convivencia Forzada FINALIZADA

La Gran Boda

Y llegó el gran día. Todo estaba listo y dispuesto para el gran evento. Aunque la celebración se haría en la mansión Vega, la lista de invitados era enorme. Muchas estrellas de cine, sobre todo, pero algún que otro deportista o político también.

Gente de todo el mundo, de todas las artes y ciencias. Había muchos guardaespaldas y personal de seguridad. Sin embargo, la gran confusión de gente contratada para la gran boda hizo que le fuera muy fácil a Ryder el entrar como simple camarero.

Sólo había tenido que emborrachar al verdadero, y disfrazarse como él y usurpar su puesto. El hecho de que fuera del servicio hizo que pudiera llevar consigo una pistola, la cual usaría para matar a Jade, si podía. Sí, ella había sido la que le había estropeado el plan.

Ryder vio cómo se acercaban las novias hacia el juez. Se colocó estratégicamente cerca, haciendo como que arreglaba unas flores. El disfraz que llevaba incluía una cara retocada, razón por la cual nadie le reconoció.

En la zona donde las chicas se iban a casar todo estaba decorado con flores blancas y adornos del mismo color. Era una ceremonia sencilla, dentro de lo que cabía suponer dada la ingente cantidad de invitados. Tori lucia un vestido de novia espectacular Tenía el pelo recogido y le caían dos mechones en la cara.

Ni qué decir tiene, estaba guapísima.

Jade por su parte vestía un vestido mas formal de color blanco,  llevaba el pelo suelto.

Ambas se miraron largamente, y apareció una sonrisa en sus labios. Las dos sabían perfectamente lo que pasaba por la cabeza de la otra. Amor, pasión, cariño… tantas emociones, difíciles de discernir unas de otras.

- En este precioso día nos reunimos para celebrar el matrimonio de estas hermosas señoritas…

El juez de paz estaba hablando, mientras ellas se miraban. La verdad es que no sabían lo que estaba diciendo exactamente. Tan absorbidas estaban la una en la mirada de la otra, que no se dieron cuenta de cómo un camarero metía su mano dentro de su chaqueta, y se disponía a sacar un arma.

- Si alguien cree que esta boda no deba celebrarse… - el juez iba diciendo.

- ¡Alto ahí! – La voz de cierta pelinegra que estaba del brazo de Lindsay sonó ante todo el público.

- ¿Cómo? ¿Qué quieres ahora, Megan? – El gesto de Jade era de disgusto. ¿Cómo se le ocurría a Megan interrumpir la boda esta bien que saliera con mama pero y eso que ? ¿Ya estaba borracha, y todavía no era mediodía?

- ¡ abajo Jade! – De un salto Megan se puso al lado de Jade, y lanzó una patada voladora hacia el "camarero". Ni Bruce Lee lo hubiera hecho mejor.

- ¿Pero qué haces? – Jade estaba realmente colorada de ira. Intento pegarle a Megan, pero Tori la detuvo.

- que sucede, Megan. ¿Es que el camarero no te ha puesto el martíni agitado, no mezclado?

- ¡Pues claro que no es eso! ¡Miren! ¡Tiene una pistola!

De repente, una gran conmoción se apoderó de todos los asistentes a la boda. En cuanto Megan dijo la palabra pistola, un ejército de guardaespaldas se acercó al hombre que estaba inconsciente al lado de un poste adornado con guirnaldas. David y Lindsay también se acercaron rápidamente.

- Esa cara se me hace familiar… - Jade se dio cuenta de que la cara del asaltante le era familiar. A pesar del disfraz, los rasgos distintivos de Ryder eran visibles para alguien que lo observará detenidamente en varias occiones. – ¡Será miserable!

Jade se acerco a Ryder con la intención de patearlo hasta morir. Lindsay, que se dio cuenta en ese momento de la razón de la cólera de Jade, se apresuró a calmarla.

- No te preocupes – le dijo tomandola suavemente de la mano – irá a la cárcel y no saldrá de allí en toda su vida.

Jade, de lo enfurecida que estaba, ni siquiera podía articular palabra. Por su parte, Tori estaba totalmente conmocionada. Se tuvo que sentar con la ayuda de Dove, su dama de honor, en una silla cercana.

El juez, por su parte, se había desmayado del susto al ver la pistola Lauren y Shego estaban dándole palmaditas en la cara para que volviera en sí.

Megan estaba toda sonriente, sabiendo que había librado a su amiga mas bien hijastra de una muerte casi segura.

Ryder se había colocado bastante cerca y seguramente no hubiera fallado el tiro.

Después de unos cuantos minutos y una vez llevado el asaltante hasta la policía, se reanudó la ceremonia.

- Ejem. Como iba diciendo… Si alguien se opone a este matrimonio, que lo diga ahora o calle para siempre.

Jade miró a Megan Lauren y Shego, ante lo cual estas se señalaron la boca como cerrándose la cremallera.

Jade miró a todos lados, para ver si alguien más ponía impedimento.

- A ver, vamos a saltarnos esto, que la cosa se pone cada vez más fea. Vamos a donde nos besamos. – Dijo Jade con impaciencia.

- hoy vaya, y perdernos toda la parte bonita en la que el juez nos dice lo que es el amor y… - Tori era una romántica.

- Ya sabemos lo que es el amor. No hace falta que nos lo diga nadie. – Jade todavía no había desarrollado demasiado su parte romántica.

- Lo siento, pero tenemos que hacer de nuevo la pregunta. ¿Alguien conoce algún impedimento para que no se casen estas dos hermosas mujeres? – Volvió a preguntar el juez.

Jade echó la MIRADA a todos los asistentes. Si alguno tenía algún impedimento, seguramente se le atragantó en lo más profundo de la garganta. Así pues, la ceremonia se celebró si más contratiempo.

- ¡Y yo las  declaro Esposa y Mujer! Jadelyn puedesn besar a tu Mujer.

Por supuesto, llegaron a la parte que más le gustaba a Jade. Se oyeron aullidos entre el público, del beso tan apasionado que ambas se dieron. Sin duda, formaban una pareja de cine.

- ¿Así que ya sabes lo que es el amor? Perfecto, cuéntanoslo con todo detalle, Jade… - Shego era experta en meterse en apuros.

Y vivieron felices (Shego con un ojo amoratado) para siempre

Fin