Cena Romantica!!

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La noche había empezado bien. Jade se presentó puntual, algo muy inusual en ella.

Pero quería acabar cuanto antes el suplicio. Así que, cuanto antes empezaran, antes acabarían.

Aún así, Tori había llegado antes. Cuando Jade entró en el restaurante, Tori ya estaba sentada a la mesa esperándola.

La actriz lucía un hermoso vestido rojo, que resaltaba todas sus hermosas curvas.

Por su parte, Jade iba en vaqueros y camiseta negra, sin importarle lo elegante que fuera el restaurante

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Por su parte, Jade iba en vaqueros y camiseta negra, sin importarle lo elegante que fuera el restaurante.

Aún así, Tori pudo observar el escultural cuerpo que lucía la pelinegra

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Aún así, Tori pudo observar el escultural cuerpo que lucía la pelinegra.

Se intercambiaron saludos de cortesía y comenzaron a hablar.

Tori fue la primera en decir algo. Había pensado en ir directa al grano, pero las imágenes por televisión de un pingüino conduciendo una moto (con casco incluido, por supuesto) le vinieron a la cabeza.

- ¿Así que te gusta disfrazarte? – Preguntó una divertida Tori.

- No.- Dijo Jade tajantemente, poniéndose toda colorada. Esto aumentó la sonrisa de Tori. Una sonrisa sincera, no falsa, como lo eran la mayoría de sus sonrisas. Jade se dio cuenta de esto, pero prefirió no comentar. - ¿Por qué no vamos al grano? – Dijo Jade con impaciencia.

- Sí, claro. – Dijo Tori todavía sonriendo. – Pero primero pidamos la comida. Prefiero que no nos interrumpan.

- Mmm, de acuerdo. – Jade cogió la carta y empezó a mirar lo que había en ella.

Jade tenía cara de concentración, con el ceño fruncido, mientras miraba el menú. Parecía que se lo estaba aprendiendo de memoria. Tori la miró brevemente, y se sonrió para sí misma. De todos modos, no debía olvidar que parte de su imagen se había ido por los suelos precisamente gracias a la chica que se sentaba delante de ella. No le gustaba la situación y, desde luego, debería llevarla lo más diplomáticamente posible. Quizás pudiera manipularla fácilmente.

En todo caso, la chica le desconcertaba. Vestía y se comportaba de forma casual, con cara de disgusto. Cualquiera hubiera dicho que no quería estar allí. Eso intrigó a Tori, pues creía que su sola presencia despertaría el interés en la pelinegra Al fin y al cabo, era admirada por la mayoría de la gente.

Convivencia Forzada FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora