Convivencia Forzada FINALIZADA

Sex o no Sex

"Give in..." Tori seguía con su cancioncita.

La cantaba de manera tan sensual, y el significado era tan claro, que Jade no podía hacer otra cosa que caer en la trampa.

Sin embargo, su naturaleza rebelde le hacía resistirse. Era una tontería. Sabía que estaba enamorada de Tori, y no tenía problemas con acostarse con ella.

Lo que la ponía nerviosa es que Tori pareciera estar en control de la situación. Eso le ponía los pelos de punta. Por otro lado, el hecho de que siempre consiguiera sacarle los colores hacía que su rebeldía se hiciera patente, y se opusiera a lo que estaba deseando hacer desde el día en que se besaron.

Por su parte, Tori disfrutaba totalmente de la compañía de su novia, y de la pequeña tortura a la que la estaba sometiendo. Le encantaba saber que Jade estaba enamorada de ella.

Lo supo en el mismo instante en que sus labios se juntaron aquella otra noche. Así pues, la resistencia que la de ojos grises oponía era simplemente rebeldia, y así lo interpretaba Tori. Hecho que lo único que provocaba es que aflorara su lado juguetón.

- Adivina de qué color es mi ropa interior... – le dijo Tori sin siquiera pensarlo.

- Morada. – Contestó Jade sin pestañear.

- ¿Cómo lo sabes? ¿Me has estado espiando? Fufufu...- La sonrisa de Tori era muy amplia, y los ojos le brillaban con una chispa de lascivia.

- No, sólo lo adiviné. – Dijo Jade levantando los hombros mientras engullía su filete con mayonesa.

- No deberías abusar de esa cosa, Jadeii. Te va a subir el colesterol y no quiero que te pongas enferma. Tener una novia enferma no es lo que planeo para mi futuro. – Dijo Tori con disgusto, mientras delicadamente comía de su ensalada.

- ¿Y qué planeas para el futuro? – Dijo Jade aún en su nube saboreando su amada comida.

- Pues hacerte esto y aquello, fufufu... – Tori sabía la reacción que provocaría. Exactamente, lo que todos pensamos. Jade compitió en color con los tomatitos que Tori estaba masticando en su preciosa boca.

- Eres un demonio, Tori. – Dijo por toda respuesta Jade.

- Sí, y que te llevará al infierno... Por cierto, ¿cómo adivinaste el color de mi ropa interior? – Tori retomó la conversación anterior. Quería provocarle otra subida de sangre a las mejillas.

- Es tu color favorito, ¿no? – Respondió Jade de forma casual.

- ¡Vaya! Te has fijado en mis gustos... – contestó Tori totalmente halagada.

- No hay que ser un lince para darse cuenta... cuadros morados, flores moradas, cortinas moradas, cuarto morado... es fácil de adivinar... – la ironía con que lo decía no se le había escapado a Tori.

- Tú la llevas Blanca y sin adornos. – Contraatacó Tori sólo para molestarla.

- Negra y con encajes. – Respondió Jade sin parpadear siquiera.

- No me lo puedo creer. Enséñamela. – Dijo Tori creyendo que era mentira. Jade no parecía la clase de persona que se preocupa por comprarse ropa interior delicada.

- ¿Ahora? - Jade dio un respingo toda escandalizada.

- Bueno, si insistes... – Tori hizo ademán de levantarse para retirar el vestido de Jade, la cual se levantó rápidamente y cogiió la mano que se aproximaba sospechosamente hacia su hombro.

- ¡Ah! Mi Jadeii quiere hace manitas, fufufu...

- Tori, eres imposible... – Dijo Jade dándose cuenta de que sólo le estaba tomando el pelo.