Vale.
Furihata Kōki decía que era imposible sentirse más estúpido que en ese momento.
Todo ha sido culpa de la entrenadora. O mas bien de sus compañeros de equipo.
Resulta que la escuela decidió hacer de esos clásicos festivales en dónde los grupos y clubes, tanto deportivos como artísticos y culturales, organizaban sus propios puestos de comida o exposiciones.
Su clase simplemente decidió hacer una obra de teatro en la que el coopero en la construcción de escenario y vestuario, así que terminó librado de participar el día del festival. Desgraciadamente no corrió con tanta suerte en el club de basquetbol.
Cuando llegó un día, como cualquier otro al gimnasio se encontró con la sorpresa de que el equipo había decidido hacer un maid café. Y si con lo que implicaría que todos los chicos del club tendrían que lucir vestido y tacones al parecer. Al decir que ellos lo habían elegido, quería decir que la entrenadora los había obligado después de ver el escándalo que ellos mismos estaban armando mientras decían lo mucho que les gustaría asistir a uno de esos típicos cafés.
Gracias a sus compañeros es que ahora el castaño se encuentra con un vestido negro con fondo blanco, medias hasta el muslo y mandil de olanes del mismo color, tacones y un moño al cuello del mismo tono que la falda. En su rostro luce maquillaje apenas perceptible, solo un poco de rubor, delineador, máscara de pestañas y leve brillo labial. Para completar su vestuario una peluca larga a la cintura con apenas unas cuantas hondas. Esto último también culpa de sus "amigos" que decían que los chicos más lindos debían lucirse para atraer clientes, lo que resulto en que Izuki, Kuroko, Koganei y el terminarán completamente luciendo como chicas debido a como iban arreglados.
Aunque Furihata duda seriamente de la cordura de sus compañeros porque en verdad no siente que luzca como una chica linda.
Suelta un suspiro mientras pasea entre las pocas mesas colocadas en lugar, preparándose mentalmente para atender a los clientes que no parecen molestos en ser atendidos por chicos, más bien lucen encantados por ellos, especialmente por el atractivo de Izuki y la actitud divertida de Koganei. Otros solo se ríen disimuladamente por como luce el resto de los chicos. En cambio, Furihata desearía tener la habilidad de Kuroko para desaparecer, aunque el de cabellos celestes tampoco parece liberarse fácilmente como es usual.
Puede observar al más bajo dar vueltas en el lugar, tomando órdenes. Repentinamente ve como el de cabellos celestes, aunque en ese momento tiene una peluca oscura que evita que se pierda tan fácilmente, observa en su dirección con una mirada que parece ser de resignación. El de peluca castaña se acerca a su amigo para preguntarle qué sucede.
—Kuroko, ¿Qué sucede? —le pregunta preocupado por su actitud. Se sorprende cuando el otro larga un suspiro.
—Lo siento, Furihata-kun. Lo arruiné. —es la respuesta que le da el chico.
—¿A qué te refieres?
—Recorde que invite a los de la generación al festival.
Pese a que el castaño estuvo a punto de preguntar cuál era el problema con ello, se detuvo abruptamente al unir los hechos.
Si Kuroko dijo que invito a los de la generación, se refería a los de la generación de los milagros. Generación de los milagros significa que entre ellos estará Akashi. Si está Akashi, quiere decir que Akashi lo verá vestido como maid. Si Akashi lo ve así, significa que el chico que le gusta lo mirará vestido de mujer.
Ahora no sabe que hacer, aunque huir o desmayarse suenan como buenas opciones.
Antes de que el castaño pueda elegir si correr o caer inconsciente en el mismo lugar, por la entrada hacen su aparición un grupo de cinco chicos que resaltan debido a sus estaturas y cabellos de colores, además de el escándalo que causa la discusión entre un rubio y un chico de lentes. La generación aparece casi como invocados por el de cabellos celestes.
El castaño comienza a temblar en su lugar y ese leve temblor incrementa al momento en que sus ojos se cruzan con unos color rubí.
—En serio lo siento, Furihata-kun. —su amigo de cabellos celestes dice como intentado aliviarlo. Obviamente no funciona, mucho menos por qué un par de segundos el más bajo ya se había ido de su lado.
Antes de que el castaño pueda siquiera pensar en dar la vuelta y huir por la puerta trasera, el capitán de la generación se detiene frente a el, observándolo de arriba hacia abajo. Cuando el más alto, aunque solo por los tacones que lleva puestos en ese momento, se prepara para recibir una burla o escuchar la risa del pelirrojo, se sorprende cuando el otro solo le regala una sonrisa.
—Luces bien, Furihata-kun.
El castaño no puede evitar que sus mejillas terminen del mismo color del cabello del chico que está enfrente suyo.
—Ah, gracias, Akashi-san. —despues de dirigirle una sonrisa nerviosa, de manera temblorosa dirige su mano con el lápiz a la libreta, listo para anotar y de nuevo abre sus labios esta vez para preguntar. —¿Me permitiría tomar su orden?
El sonrojo en las mejillas del castaño parece intensificarse al notar claramente como la mirada rubí se detuvo demás en sus labios con brillo.
—Claro. Estaría encantado.
En cambio el pelirrojo extiende aún más su sonrisa, notando como el temblor del castaño no parecía parar. No puede evitar pensar que el chico luce maravilloso en el vestido. Aunque su mente no se detiene allí, pensando en lo ansioso que está por sacar al de ojos cafés del lugar, llevarlo lejos de ahí a algún lado en que puedan estar solos y quitarle lo que lleva puesto.
El castaño no sabe porque pero un escalofrío recorre su columna.
—Entonces, ¿Qué le gustaría?
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Algunas viñetas lucen apresuradas a pesar de que las escribí hace semanas :v en fin.
Nos leemos en el siguiente día.
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31 Días de AkaFuri
FanfictionConjunto de drabbles, viñetas y one shots hechos especialmente para el reto "31 días de AkaFuri" propuesto por la página "Porque amamos el AkaFuri" en facebook.