quince ─── La Nona

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❝CUÉNTAME TODO LO QUE YO NO SÉQUE LO QUE TIENES DE DIABLO TÚ, YO TAMBIÉN❞

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❝CUÉNTAME TODO LO QUE YO NO SÉ
QUE LO QUE TIENES DE DIABLO TÚ, YO TAMBIÉN❞

Carla Herrera significa muchas cosas diferentes para distintas personas. Para Sofía, era la persona más importante en su vida; Para Javier, era su princesa; Para Raúl, la chica que le rompió el corazón y aún seguía amando; Para Gerry, la única luz que tenía; Para Isabela, la única amiga en la que podía confiar; Para Pablo, la única que lo podía hacer reír cuándo tenía ganas de llorar; Para Bruno, la razón para volar 10.000 kilómetros; Para Arón, su primer amor; Para Claudia, su mejor amiga.

Sí, todo eso y más, pero en este momento, Carla sólo era Carla, una chica más en la enorme fiesta del colegio Nacional. Nadie estaba pensando en ella pues todos estaban concentrados en beber y olvidar el mundo...

Nadie excepto cierto chico castaño de ojos oceánicos que lo único que quería era hablar con ella. Raúl sentía su pecho apretado desde que Carla le golpeó la cara afuera de la oficina de Quintanilla, no podía asimilar que ella no quería verlo, que no quería que formara parte de su vida.

Habían tantas cosas que él sabía, tantas cosas que lo ataban a ella. Todo partía con el amor que habían sentido hace algún tiempo, se querían con tanta intensidad que parecía casi imposible que todo haya terminado, luego estaba lo que ella misma le había confesado en la cara, que ella estaba esperando un bebé suyo y que decidió abortar y por último la sangre que había visto salir de su boca.

La imagen de ella tirada en el piso del baño de la escuela no lo dejaba dormir por las noches, había estado leyendo las posibles causas de eso y leyó en internet que podía tratarse de una úlcera péptica o en el peor de los casos podría tratarse de cáncer de páncreas.

Las probabilidades lo asustaban mucho, pero sabía que de nada serviría pedirle a Carla que le contara a su madre para que fueran juntas al médico, conocía a su chica y lo terca que podía llegar a ser.

Por eso se esforzó en conseguir una cita con el médico que lo había atendido toda su vida, era uno de los mejores en la Ciudad de México y también uno de los más solicitados, pero después de estar toda una semana insistiendo, el doctor Gallardo aceptó en recibirlo a él y a su amiga para hacerle un diagnóstico. Ahora sólo faltaba que ella quiera ir, pero Raúl no iba a ceder, estaba dispuesto a llevarla amarrada si era necesario, pero Carla vería a un doctor lo antes posible.












































































































𝐌𝐀𝐋𝐀 𝐋𝐄𝐂𝐇𝐄 ── control ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora