ocho ─── cara a cara

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❝PORQUE DOS PUEDEN GUARDAR UN SECRETO SI UNO ESTÁ MUERTO❞

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❝PORQUE DOS PUEDEN GUARDAR UN SECRETO SI UNO ESTÁ MUERTO❞

¿Han sentido alguna vez esa resaca y esa sensación de no saber dónde estás al despertar después de una gran fiesta? Bueno, no era el caso de la menor de la familia Herrera.

Ella recordaba perfectamente lo que había pasado la noche anterior, sabía lo que le había contado a Raúl y que estaba en la habitación de él. Usando una de sus camisetas y sin nada debajo además de sus bragas. No sabía la hora que era, pero estaba aclarando afuera, tal vez eran las seis o siete de la mañana, ni idea.

Carla se levantó y se tomó la libertad de entrar a ducharse para irse a su casa, seguramente Raúl la odiaría el resto de la prepa y no podía obligarlo a perdonarla.

La noche anterior, después de contarle la verdad, Raúl se quedó en completo silencio y no le dijo nada cosa que a ella le intrigó completamente, él le entregó una camiseta de su armario y le dijo que podía dormir en su cama.

    —¿No dormirás aquí?

    —No duermo con chicas ebrias, es mal visto

Luego de decirle eso desapareció y la dejó dormir ahí, cosa que Carla hizo porque no podía irse a casa. No tenía idea de lo que pensaba él sobre todo el asunto del aborto, su silencio le daba algo de miedo.

Se quitó la camiseta de Raúl, las bragas y se metió bajo el agua caliente tratando de relajarse un momento. Cuándo volvió de España, jamás pensó que el hacker aparecería, mucho menos que la obligaría a decirle la verdad a su antiguo amor.

Estaba por tomar la botella de shampoo para ponerse en el cabello, pero se detuvo cuándo sintió unas manos en su cintura, se sobresaltó hasta que oyó la voz del dueño de la casa.

    —No deberías verme desnuda

    —No es nada que no haya visto antes— El castaño puso sus manos sobre los hombros de Carla y luego las bajó con suavidad, acariciando sus brazos mientras ponía su cara en el cuello de ella

𝐌𝐀𝐋𝐀 𝐋𝐄𝐂𝐇𝐄 ── control ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora