Los secretos y las mentiras pueden ser destructivos y Carla tenía eso muy claro cuando decidió colgarse su mochila en el hombro y tomar un avión que la llevaría de vuelta a la Cuidad de México. Necesitaba escapar de Madrid, el lugar donde nacieron s...
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❝JODETE MUCHO PORQUE ODIAMOS LO QUE HACES Y ODIAMOS A TU PANDILLA❞
Vaya día de mierda, decía Carla en su cabeza cada dos segundos, no sabía cuál era el motivo, pero sentía que algo realmente malo pasaría. No quería ir al colegio, pero su madre la obligó a ir.
El día de ayer, luego de que Raúl se fuera de su casa, recibió un video por mensaje directo en Instagram de parte de Isabela, Luis había confesado que era el hacker en el estacionamiento mientras Quintanilla y su mamá discutían y la recién nombrada amenazaba con demandar a la escuela. Luis fue expulsado, caso cerrado.
O eso es lo que creen todos.
Si de algo estaban seguras Carla y su hermana, era de que Luis era inocente, no lo conocían ni eran sus amigas, pero no lo creían capaz de algo así, era tan temeroso y tan tímido que era imposible de creer. Una persona que hace algo así debe ser fría, calculadora, caprichosa y debe sentir un odio profundo por la vida. Luis no era así, tal vez las personas creen que todo fue por los constantes abusos de Gerry, pero para las hermanas Herrera, simplemente, era inocente.
Al llegar al estacionamiento del Nacional, Carla vió a Javier junto a su auto, recordó lo que había pasado en el techo y su humor cambió repentinamente, le había parecido muy tierno que Williams haya sido tan comprensivo y que no la obligara a hablar de nada, él sólo se sentó ahí y la abrazó para consolarla y eso fue un hermoso gesto. Cuándo su madre detuvo su auto de color azul, se bajó rápido para ir a saludar a su amigo.
—¡Hola Javi!— El moreno pegó un pequeño saltito al oír el grito de Carla a sus espaldas, se volteó asustado y la pelinegra carcajeó
—¡Güey! No hagas eso— Javi trató de regañarla, pero la bonita sonrisa de la pequeña Herrera era muy contagiosa— ¡Me vas a matar del susto!
—No es para tanto, colega— Carla tomó la mano de Javier, lo que causó esas tan conocidas cosquillas en el estómago del moreno, y caminaron juntos hasta Sofía que se estaba despidiendo de su mamá— Vamos, Soft. ¡Bye, Nora!
