❝UNA VEZ LOS DOS NOS DESPEDIMOS
DEJÉMOSLO IR, DÉJAME DEJARTE IR❞Una vez oí que la vida es impredecible, que a veces estás planeando algo para tu vida cuándo tu destino es uno completamente diferente. Nos esforzamos en planear cada segundo, en elegir lo que va a suceder, pero esa no es nuestra elección, eso es algo que sólo el destino puede saber.
Mírenme a mí, era una niña de nueve años cuándo vivía feliz con mi familia, pero perdí a mi padre y desde entonces nada ha vuelto a ser igual. Dicen que la vida es tan drástica que cambia en sólo un segundo y comienzo a creer que es verdad. Hace unas semanas era una chica rehabilitada que vivía en España y sólo pensaba en divertirse con sus amigos, ahora estoy al otro lado del océano con drogas en el sistema y apunto de hacer que un criminal confiese sus delitos.
—Vete de aquí ¿Okey?— Raúl estaba a cuatro metros de distancia, yo no planeaba acercarme a él, no podía dejar de sentirme culpable por lo que hice en ese baño, Javier es mi novio y yo le fallé, y no creo que pueda dejar de sentirme fatal por eso.
—Carla, fuiste tú quién me buscó— Él se acercó más a mi, ahora sólo nos separaban dos metros— ¿Por qué te fuiste?
—¡Porque estaba confundida! ¡¿Qué mierda quieres que te diga?!
—Quiero que te dejes de pendejadas y que te decidas— Ahora sólo habían tres pasos que nos separaban, Mierda ¿Cuál era su maldito interés en invadir mi espacio personal?— No voy a ser parte de tus jueguitos, es él o yo
—¿Ahora soy yo la qué está jugando?— No quería ponerme a la defensiva porque la idea era que Raúl confesara y rápido, pero se me hacía difícil, me sacaba de quicio— ¡Te estabas acostando a mi hermana! ¡¿Crees que eso está bien?!
—¡Tu te coges a un pinche hacker!
—¡Yo no he cogido con nadie!— Raúl me miró algo sorprendido, seguro en este punto creía que entre Javier y yo había pasado de todo, se nota lo poco que me conoce— ¿¡Y sabes qué?! ¡Eso tampoco es de tu puta incumbencia! ¡Javier si sabe querer a las personas! ¡No cómo tú!
ESTÁS LEYENDO
𝐌𝐀𝐋𝐀 𝐋𝐄𝐂𝐇𝐄 ── control Z
FanficLos secretos y las mentiras pueden ser destructivos y Carla tenía eso muy claro cuando decidió colgarse su mochila en el hombro y tomar un avión que la llevaría de vuelta a la Cuidad de México. Necesitaba escapar de Madrid, el lugar donde nacieron s...