Los secretos y las mentiras pueden ser destructivos y Carla tenía eso muy claro cuando decidió colgarse su mochila en el hombro y tomar un avión que la llevaría de vuelta a la Cuidad de México. Necesitaba escapar de Madrid, el lugar donde nacieron s...
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❝BIENVENIDAS A LA NONA❞
Ya estaba aquí la tan ansiada noche nacional, todos los chicos se preparaban para la mejor noche de sus vidas. Vestidos nuevos, zapatos caros, trajes elegantes, limusinas, choferes y cualquier cosa que la inmensa fortuna de sus padres pudiera pagar para que llegando a la fiesta se vieran cómo lo más fenomenal del mundo.
Pero había algo que nadie recordaba y es que esa noche, había una amenaza impuesta por un hacker que planeaba destruirlos a todos, con sólo un click, la vida de muchos terminaría por los suelos.
O mejor dicho, su reputación, que era muchísimo peor.
Porqué, seamos sinceros, en esta vida, la reputación lo es todo, más que el dinero y los lujos, lo que importa es la opinión, idea o concepto que la gente tiene sobre ti. Si eres la princesita correcta de papá, nadie puede saber que follas con distintos chicos cada fin de semana, porque eso destruye tu reputación. Si eres el futuro abogado de la familia que obtuvo una beca por su inteligencia, no pueden enterarse que has logrado todo eso por acostarte con tu maestra, porque serías juzgado.
Eso era lo que más le preocupaba a los estudiantes del colegio Nacional. Sus secretos. Eran tan preciados que los guardaban en lo más profundo de su ser bajo siete llaves, nadie podía conocerlos, excepto alguien tan listo cómo para hackear el sistema de internet e infiltrarse en la vida de privada de todos.
Pero esa noche, habían tres chicos dispuestos a hacer lo que fuera para lograr desenmascararlo y evitar una completa catástrofe. Carla, Javier y Sofía tenían un sólo propósito esa noche, destruir a Raúl León por todo lo que les había hecho.
—¿Estás bien?— Carla estaba en su habitación, frente a su espejo mirando el vestido que Rosita le había enviado en un Uber. Tal vez tenía razón cuándo le dijo que era el vestido perfecto para ella, era muy bonito. Rosa siempre solía conseguir vestidos preciosos para Carla y se los regalaba cada vez que se acercaba la noche nacional, la pelinegra no tenía idea de porque la morena insistía en hacerle esos presentes, pero prefería no preguntárselo y ver esa sonrisa que ponía cada vez que la veía usando lo que ella le compraba— ¿Carla?
