Capitulo 12

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_________ esa tarde salió más temprano de lo que debió. Tuvo que hacer los trabajos incompletos de las chicas, mas rápido de lo que pensaba. Fue más fácil conseguir un taxi a esa hora, la gente estaba aun trabajando aun que no tardaban en salir. La llamada de su madre había hecho que ella le pidiera al señor Banks, salir más temprano ese día. No hubo problema con el señor Banks pero ella se sintió irresponsable. No se le había pasado por la cabeza que ese día a las 7 tenía una cita de depilación en el salón de belleza que usualmente visitaba. No tenía idea en donde se cambiaría la ropa o dejaría los papeles y cosas del trabajo. No tenía tiempo para ir hasta su camerino e ir al salón.

Después de unas calles más allá se dio cuenta de que no le había dicho una dirección al chofer. Opto por darle la dirección del salón de belleza. Tenía que pensar en alguna manera de que su ropa no parezca de una secretaria. Saco la blusa dentro de la falda y la arrugo un poco, se saco los aros de perla y se hizo una cola alta. Por suerte en su bolso llevaba siempre unas zapatillas, no soportaba los tacones en agujas que usan las secretarias pero de todos modos debía usarlos. Se cambio los zapatos justo cuando el auto paro al frente de la peluquería. Trato de bajar del taxi pero se dio cuenta de que aun llevaba el bolso de secretaria. Tuvo la grandiosa idea de dejar el bolso en el taxi y pedirle que la esperara, aun que eso implicara pagar un monto de dinero elevado.

El ya estaba listo para salir de su trabajo, le faltaba verificar una cuenta de números más, del sistema de operación industrial. Al parecer los negocios que estaban llevando iban de maravilla, las juntas se hicieron interminables el día de hoy pero pudo conseguir un gran trato. Ceci junto con Jessica fueron de mucha ayuda en la junta. Justin miro su reloj justo cuando apago la computadora, el y Ryan acordaron irse juntos a tomar unos tragos para después irse al burdel donde vería a __________, su diosa del sexo. Solo pensar en eso hacía que sus músculos se relajaban y el cansancio desapareciera. Llamaron a la puerta haciendo que se sobresaltara solo un poco. Se paró de su asiento acomodando el traje que llevaba, viendo como la cabellera pelirroja se asomaba a la puerta. Aclarando la garganta entro completamente, sonriendo como lo hacía cada vez que veía como el señor Bieber la miraba, admirando lo que sus ojos aptaban.

- El señor Ryan está afuera esperándolo - murmuro tímida, exagerando un poco -
- Bien, puedes ir a tu casa si eso es lo que gustas
- No, señor, me falta terminar un trabajo pendiente
- ¿y Jessica ya se fue?
- No, señor - pauso unos segundos colocando un mechón de cabello detrás de su oreja con un poco de picardía- Jessica esta por irse, espera que le de permiso para irse
- Bien, quiero que cierres las oficinas cuando te vayas y no te olvides decirle al guardia a que hora sales
- Claro, señor Bieber
- Que tengas buenas noches, Ceci, nos vemos mañana

Justin comenzó a caminar con un poco de cansancio pero aun así el caminar seguro de un hombre guapo y exitoso. Paso su mano por sus cabellos dorados, peinando un poco su jopo que no se lo había quitado desde que era joven hace unos años. Era un poco diferente pero aun así le quedaba fantástico. Se decidió por pasar al lado de su hermosa secretaria y sonreírle para después marcharse. No se había percatado que ella lo tomaría por sorpresa posando su mano en su firme traje. Lo detuvo, con la cara de desconcierto pero ella solo sonreír y posaba sus ojos verdes, pantera en sus ojos para después desplazarlos por su cuello y deteniéndose allí. Poso las dos manos en su pecho y con un ligero movimiento ajusto algo en su cuello. Justin solo se quedo viendo como su sexy secretaria tenía los ojos puestos en su cuello con los dedos rozándole la piel cubierta por una fina capa de tela de su camisa. La secretaria elevo la vista uniendo su vista a los ojos de su jefe. Sonrió como gatuvela al estar satisfecha de su tan lista estrategia. El trato de hacer como si no hubiera pasado nada pero fue imposible para sus nervios no hacerlo, el cansancio y las ganas de sexo lo ponían de esa manera ante cualquier mujer con tanto carisma sexual. Camino hasta las puertas escuchando los tacones de ella detrás suyo. Salió y vio a Jessica en su escritorio con sus cosas listas para salir, hablando con ella se encontraba su fiel amigo con una sonrisa encantadora.

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