3. ¿Quiénes son ellos?

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Me pongo el uniforme de la escuela para bajar a desayunar. Estoy metiendo libros y cuadernos a mi mochila cuando mi reloj comienza a sonar. Es Diana, me siento en el borde de la cama y contesto.

—Hola, Diana.—digo y ella se ve preocupada.—¿pasó algo?

—Nos equivocamos. La falla va a ser hoy.—dice sin más y me levanto de la cama.

—¿Qué? Hacia falta un día más.—ella niega con la cabeza.

—No, tuvimos un problema y la falla será hoy. El guardián no podrá llegar aún. Estoy cambio por completo nuestro plan.—dice y miro a un lado. Se lo que esto significa.

—Ahora todo está en tus manos.—dice Diana y la miro. Aunque no se si esté lista asiento.

—Confía en mi.—digo y Diana asiente.

—Lo bueno es que tenemos un tiempo estimado de la falla. Será a la tarde después de la escuela. Debes estar muy pendiente.—dice y asiento.

—De acuerdo, cambio y fuera.— Diana asiente y termina la llamada.

Camino por los pasillos de la escuela algo nerviosa porque no estoy segura de si podré con todo esto

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Camino por los pasillos de la escuela algo nerviosa porque no estoy segura de si podré con todo esto. Yo no haría esta parte, un guardián con experiencia me ayudaría pero así de la anda ahora todo depende de mi. Debo evitar que esa falla salga de control y puedo arruinar las líneas del tiempo. No puedo fallarle ni a Diana ni al tiempo porque esto podría afectarnos a todos y pasar quien sabe que cosas si se sale de control.
Voy a mi siguiente clase cuando por ir pensando en tanta cosa me choco con alguien.

—Ay, perdón lo siento.—digo y levanto la vista hacia la persona con la que me he chocado y es René.—lo siento.—digo otra vez y el niega con una sonrisa.

—Tranquila, tranquila. No pasa nada.—dice y sonrío un poco más tranquila.— pero ¿Estas bien?

—Si, claro que si.— me apresuro a decir con cierto nerviosismo.

—¿segura?—pregunta mirándome a los ojos y yo lo miro sin decir nada porque... no había notado lo bonito que son sus ojos.—¿(t/n)?— me devuelve a la realidad.

—Este si... es que hoy tengo... una prueba.—lo que no es mentira. No es de la escuela pero si es una prueba.—Entonces estoy nerviosa porque bueno... puedo fallar y...— de verdad podría salir todo mal si no logro actuar bien. Miro hacia abajo y René toma mi mano. Yo levanto mi mirada y al verle siento mucha pena.

—Todo va a salir bien. Eres una chica muy inteligente.—dice y una sonrisa tonta de niña enamorada se forma en mi cara.— lo demostraste cuando estabas con nosotros.

—No es para tanto.— digo y el me mueve la mano con la suya.

—Debes darte un poco de crédito. Sabes muchas cosas.— yo me encojo de hombros.

La ciencia de tu amor | Club 57 (René y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora