25; Cambios

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Diana bajó las escaleras lentamente, llevaba un bello vestido verde, uno largo pero sensual para su época, llevaba puesto un collar de perlas tan puras como su personalidad, el cabello lo llevaba sujetado con un moño alto y lucía sus tacones blancos altos, la luz nocturna resaltaba sus ojos, tan preciosos que podrían causar un eclipse solar...

— ¿Señorita Baynard? — preguntó el hombre extendiendo su brazo

— Oh Jerry ¡no seas ridículo!— dijo y le dió un suave tirón de oreja

— Discúlpame, me vuelvo tonto cada vez que recuerdo que soy tu esposo

— ¿Por qué no lo serías? Eres apuesto, caballeroso y sobretodo muy inteligente

— Te amo Diana...

— Yo mucho más mi príncipe

— Y como todo princesa, usted merece el beso del amor verdadero ¿no?

El francés se le acercó rápidamente y la cargó, dio una vuelta y la besó, ella rió y salieron a su cita...

— ¡Jerry!— gritó su madre

— ¡Ya voy mamá!

Todo había sido un sueño.. uno que parecía muy real, pero fantásticamente imposible, o al menos por el momento... el muchacho fue a ayudar a su madre y luego a la casa de Billy Andrews, hoy iba a saber que trabajo le iba a dar su padre.

— Hasta que llegas Francés

— Cállate Andrews ¿ya lo tienes todo listo no?

— Si, mira, converse con mi padre y me ha dicho que te puede dar un trabajo, no uno tan bueno claro, si no haz ido ni a la secundaria— el castaño le lanzó una mirada con odio..

— Pero bueno, no es tan malo como barrendero o algo así, serás como el secretario de mi abuelo, el té entregará diferentes archivos y tu te encargaras de ordenarlos y acomodarlos, también estarás en la recepción y ofrecerás ayuda a todo aquel que te lo pida... tienes suerte, comenzarás en mañana en la tarde, toma tu ticket de tren, trabajarás en Charlotown— extendió la mano

— Sé que es incorrecto preguntar pero... ¿cuánto me pagarán?— preguntó inseguro

— 600 dólares a la semana, 700 si haces favores a parte, es poco, entiendo, pero es un trabajo simple, no te darían mas de eso en ningún lugar

— ¿Estas bromeando? Eso es mucho más de lo que gano como granjero, es genial, gracias

El chico agarró el boleto y corrió para darle la noticia a su madre, estaba muy feliz, hasta grito al cielo a veces para calmarse por la emoción...

— ¡Jerry!

— ¿Si?

— Mañana antes de ir, pasa por mi casa, mi padre te tiene que entregar una maleta

— ¿Una maleta?

— Si, no vas a ir vestido de pueblerino a Charlotown, les di una buena expectativa de ti a mi familia

— ¡Gracias!

El joven abrió la puerta de su casa

— ¡Papá!

— Hola Jerry, me alegra que hallas vuelto rápido, pensé que hoy ibas a quedarte con Matthew hasta tarde ¿por qué tan alegre?

— Conseguí un nuevo trabajo... en Charlotown!

El hombre abrazo a su hijo y le dio un beso en la frente, estaba muy orgulloso

— ¿Y que harás?

𝐎𝐣𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora