Recomendaciones

4.4K 395 123
                                    

Las clases terminaron y todos se retiraban, el pecoso notaba que cierta chica estaba guardando sus cosas, más lento de lo normal, así que decidió hacer lo mismo, vio cómo se despedía de su novio diciéndole algo en el oído, este pensó en retirarse irse, pero la chica lo detuvo cuando su pareja se fue.

—De que querías hablar la última vez Midoriya— decía Momo.

Sonriendo —pensaba que no lo harías, ha pasado mucho tiempo.

—Lo siento, fue difícil conseguir el tiempo—

Este la agarro su mano —gracias lo aprecio mucho—

(Demonios, no me equivoca, Midoriya es muy caliente) — ¿Y de qué quieres hablar? —

De un suave jalón la acerco a él —Digamos que ya no estoy para hablar—

— ¿Y qué quieres hacer? — algo roja.

— ¿En serio estás preguntando eso? —

—Sabes que tengo novio— (¿Se detendría por eso? Si lo hace no es lo que esperaba)

— ¿Y? —

(Si es lo que esperaba) —No sé ¿Qué piensas hacer? —

—Y si beso tu cuello, muerdo tu boca y te disfruto de todas las maneras mientras tu novio te espera en las habitaciones— lo decía mientras con su dedo recorría el cuerpo de la chica.

A ella se le erizaba la piel por las acciones y palabras del pecoso — ¿Crees que puedas hacer eso? —

— ¿Me estás retando o me lo pides? —

—Ambas—

Este empezó a masajear una de las tetas de ella mientras le lamía el cuello —en serio que son grandes—

—No hables de mi cuerpo de esa forma Midoriya— mientras gemía del placer.

—Por favor llámame Izuku— luego le dio varias mordidas en el cuello.

La chica lo abrazo por el placer que siente en este momento — ¿Desde cuándo eres así? Pensaba que eras un ingenuo Izuku

—Lo soy, pero tu cuerpo saca mi lado perverso— este masajeaba más fuerte los pechos de la chica, ella lo mordió para no gritar.

— ¿En serio te caliento tanto? —

—No sabes lo dura que la tengo en este momento—

Ella agarró el miembro del pecoso —Ahora lo sé, incluso desde el pantalón se siente—

—Siendo sincero no pensaba que harías eso— lo decía mientras desabrochaba lentamente los botones de la camisa de Momo.

—Es muy buena forma de conocernos ¿No crees? — hablo ella con una voz coqueta.

—Veo que la chica millonaria guardaba muchas cosas—

—Te digo un secreto Izuku

—Claro, ya estamos en confianza— mientras le quitaba el sostén.

—Soy ninfómana—

—Siempre me dijeron que las calladas son las peores, veo que no se equivocaban—

Riendo —no es para tanto—

—Te diré algo también, espero que no arruine el momento— quitándole la camisa desabotonada.

ArtimañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora