Capítulo XI

21.3K 1.3K 109
                                    

"Yo era cenizas, tú me tocaste. Volví arder."

Alejandro Jodorowsky

Capítulo XI

Agatha 

Estuve tentada a decirle que era yo, pero la duda volvió a tomar el control porque ¿Qué pasa si se decepciona de que fui yo quien lo cuido? No, en definitiva no podría lidiar con otro rechazo, suficiente tengo con el psicópata de mi hermano, el juicio y mis sentimientos para que otro golpe venga y me derribe.

Slayer se ha dormido. 

Se mantiene casi las veinticuatro horas despierto verificando todo y cenamos una vez al día. A él le dan cinco kilos de carne cruda y a mi ensalada con pollo. Es la misma alimentación y sospecho que algo le echan a los alimentos, algún tipo de hormonas.

Por las cuentas que llevo, cinco días han trascurrido y me asfixia estar encerrada, al igual que la incertidumbre de no saber si nos rescataran o no, empeora todo mi sistema.  

Sigo acostada entre los brazos de Slayer, porque no me suelta ni para ir al baño, cuando un golpe me hace levantar mi cabeza, Zoe aparece con dos guardias y el canino se despierta gruñendo.

—Controla a tu bestia, si no quieres que lo castigue —amenaza la pelirroja frunciendo su ceño.

Es cruel y despiadada, y pensar que en algún momento compartimos alojamiento cuando mi hermano se la tiraba. 

Resoplo incorporándome, pero Slayer me cubre y de cierto modo me da valentía para seguir. Acaricio su mejilla para calmarlo.

—¿Qué quieres ahora, Zoe? —indago cansada.

—Tengo que hacerte unas pruebas a ti.

—¡No! —Ruge Slayer apretándome más a su cuerpo. —¡No vas a sacar a mi humana de aquí!

Zoe se cruza de brazos y se dispone a hablar pero me adelanto. 

—Tranquilo cariño, volveré —le digo al macho de ojos grises.

Slayer esta inseguro pero asiente dejándome ir. Los guardias lo hacen retroceder apuntándole con los tanner que sueltan choques eléctricos, cuando salgo por el umbral de la celda. 

—¡Pero que adiestrado lo tienes! —Se burla.

—¡Cállate Zoe! —Exclamo apretando mis puños.

Cruzamos la puerta que da al siguiente pasillo llevándome a una sala en donde me harán todas las pruebas clínicas. Observo las maquinarias, en la mesa hay una dosis lista para ser inyectada. Me hace desnudarme tomando todo mis datos: peso, estatura y ADN. Me sacan radiografías y se centra en mi útero y óvulos. 

<<Criar, se me viene a la mente>>

—¿No me digas que empezaras con lo básico? —indago burlándome.

—No voy a desaprovechar la oportunidad... —contesta con ese aire triunfante de seguridad que desborda. —125 es una maquina mortal, si engendra, sus cachorros serán igual y eso mi querida Agatha se traducen a más dinero, los del ejército pagan millones de euros por asesinos letales que a su vez puedan adiestrar y 125 para mi fortuna, cumple todas esas características y aún más ahora que encontré su punto débil.

—¿No te cansas de hacer esto? ¿De ser tan cruel? —pregunto.

—No, tengo la vida que quiero.

—¿Huyendo como rata?

—Agatha yo soy mucho más inteligente que tú, a mí los sentimientos no me dominan. Nadie sabe que trabajo para Mercile, todo creen que soy una doctora de pueblo que hace caridad. —Finge haciendo un puchero.

Slayer [Nuevas Especies] [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora