Otro día más cargando estos sacos de comida, la carga de hoy sería llevado a la muralla María. Había pasado dos semanas y no sé si la carta llegó a las manos de Zeke. Hace unos días atrás, Eren me preguntó sobre la carta y si le había llegado el mensaje a Zeke, yo solo le confirmé. Sin embargo, no tenía idea donde había terminado esa carta. Sorprendentemente el capitán no volvió aparecer, en su lugar vino un nuevo supervisor su nombre era Jean Kirschtein, un tipo igual de mandón que Levi, pero a diferencia del enano gruñón, él solo me observaba y en ocasiones me saludaba. A Armin lo vi ocasionalmente, al parecer lo enviaron a la muralla Sina porque tenía un reunión con la reina, al menos eso fue lo que me dijo Eren.
Deseaba con todas mis fuerzas ir a la muralla María y encontrarme con Yelena, de seguro tendría noticias de Zeke o alguna información que me ayude a ejecutar mi siguiente movimiento. Durante estas semanas logré entablar una conversación con las chicas con quienes compartía la tienda. Ana era la chica de los cabellos rubios, me contó que sus padres vivían en Liberio y que había sido llevada como carnada para ser trasformada en titán pero que al final la enviaron en una embarcación a la isla. La segunda era la más directa, tenía los cabellos oscuros y tez oscura, ella fue prisionera de guerra, pues venía del oriente, lugar con el que Marley tenía una guerra de nunca acabar. Lo último que supe fue que Zeke iría en la cabeza de las estrategias para derrotar a las armas anti titán, tecnología propio de las naciones del oriente que amenazaba con la supremacía de los titanes y , por ende, con el dominio de Marley.
-¡Braun!- era Kirschtein, quien me llamaba desde su caballo blanco. Dejé el saco que tenía en manos y corrí hacia él.
- Mañana partirás hacia la muralla María, el capitán requiere trabajadores que apoyen con la cosecha de la temporada, por eso irás con un grupo de voluntarios- parece que la suerte está de mi lado, sin duda lograría contactarme con el infiltrado y ver a Yelena, hace semanas que no la veo.
-Entendido, señor- él asintió y continuo con su camino.
¡Espera!¿Dijo Levi? Eso quiere decir que estaré bajo supervisión del enano gruñón ¡Maldición!
Debo ser cuidadosa
El día fue agotador, pero me sentía viva por esta oportunidad única de elegir mi propio plan. Aunque sé que no sería sencillo conseguir una de esas jeringas y convencer a Eren de mi lealtad hacia él. Ya en la cena logré captar las mirada hostil del tal Jean y junto a él le acompañaban una chica de cabellos castaños , quien no paraba de comer las papas de la mesa y otro, quien regañaba a la castaña. Desvié la mirada hacia la entrada del comedor y ahí se encontraba otro soldado, creí escuchar que se llamaba Floch. Él no apartaba la mirada en mi, como si quisiera decirme algo con la mirada, que tipo más raro.
Al partir de la muralla Rose, quedé impresionada por los bellos paisajes que había fuera de la muralla. Era un lugar muy hermoso. La carreta que transportaba al grupo requerido por el enano gruñón iba con prisa, al parecer estábamos retrasados, tengo entendido que somos el último grupo en llegar. Luego de unas horas sentada, llegábamos a la muralla María. Las personas que caminaban nos miraban con odio y repudio, era obvio, pues entre nosotros se encontraban eldianos y marleyanos, al parecer se corrió la voz de nuestra llegada. En ese momento lo entendí. El sentimiento de rechazo, odio irracional y ,sobre todo, temor de la gente.
Los papeles se invirtieron, Cassandra . Ahora tu eres la repudiada
- ¡Bajen!- esa voz de nuevo. El capitán nos recibía con enojo, tal vez sea por la imputabilidad, pero no era culpa nuestra, uno de sus soldados se había quedado dormido y por eso habíamos partido tarde. Sin embargo, eso no era lo que más me sorprendió, sino la imponentes obras de rieles del tren. Esto no sin duda tenía procedencia extranjera.
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Azar - Levi Ackerman
FanfictionCassandra Tybur siempre fue la "Luz de Marley", la consentida de Willy Tybur, un arma política que utilizaba Marley para calmar las relaciones diplomáticas que tenía con las otras naciones. Su belleza e inteligencia son sus mayores armas de la joven...