Mi propio plan

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Cuando llegamos al campamento me sentía sumamente cansada y no era de esperarse, ya que todo el día estuve bajo el sol cargando pesados sacos de comida

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Cuando llegamos al campamento me sentía sumamente cansada y no era de esperarse, ya que todo el día estuve bajo el sol cargando pesados sacos de comida. Levi no dijo ni una palabra, tan solo bajo del caballo y con una mirada me indicó la carpa de los voluntarios. Tampoco es que quisiera hablar con el enano gruñón, por eso solo me limite a asentir con la cabeza. Cuando ingresé me encontré con dos desconocidas, una chica de cabellos negros y  otra chica de cabellos rubios. Lo que me faltaba, la carpa tendría que  compartirla con unas extrañas. 

Mi cama se encontraba cerca a la entrada, pues ellas se habían escogido los lugares más cómodos para dormir. Me recosté suavemente sobre las viejas colchas, ni tenía ganas de salir a ducharme, tan solo deseo despertar de esta horrible pesadilla y despertar por los dulces "Buenos días señorita Cassandra" de mi nana Linda, la única mujer que podía considerar como mi madre, esas mañana donde todo era perfecto. 

El mensaje de Eren 

Por un momento olvidé el mensaje que debo enviar a Zeke. Tendría que esperar que las demás se duerman para escabullirme y dejar la botella con la carta. Ese fue el canal de comunicación que Zeke usaba para comunicarse con Yelena, aunque la carta demoraría por lo menos dos o tres días en llegar a las manos del infiltrado de Zeke, quien la enviaría con una ave que llegaría a la habitación de Zeke en Liberio. Si, lo sé . El envío de información resulta muy tedioso, pero era seguro al menos eso fue lo que me aseguró Zeke, antes de que me dejara con Yelena en la embarcación.

"El genocidio es la solución, Cassandra. Solo así erradicaremos el odio del mundo sobre los eldianos"


- Date un baño, apesta todo la tienda por ti- abrí los ojos y me encontré con la joven de cabellos negros asqueada. Me había quedado dormida, aún era de noche pero todos parecían dormir. La carta ¡demonios! ¡Debo enviarla!

- Sal de la tienda y date un baño, si no quieres que yo te saque apestosa!!! - era la rubia quien tenía una voz chillona. Las miré con indiferencia y salí de la tienda, esta era la perfecta excusa para que no sospechen de mi ausencia. La verdad es que no tenía idea de donde estaban los baños, tan solo camine y camine .Mi objetivo era encontrar el río que conectaba con la muralla María. La luna era mi guía en esta fría noche. 

Empezaba a desesperarme al no encontrar el bendito río en estos caminos oscuros. Para empeorar la situación, el estomago me ardía horrible, pues luego de que llegará a la carpa simplemente me había quedado dormida y me había quedado sin la cena, justo lo que no quería Levi.

 De seguro se enojaría por perderme la cena luego de que me ayudara a llegar a tiempo, ¿por qué pienso en el enano gruñón ahora? 


Mientras la joven deambulaba en las afueras de las carpas de los voluntarios, el soldado quien vigilaba las carpas , fue a detenerla. Casualmente esa noche le toca a Armin vigilar las tiendas de los voluntarios, quien no dudo en reconocer a la chica de los hermosos cabellos rojos caminar sin rumbo. Con él se encontraba Sasha y Connie, miembros del escuadrón de Levi, quienes dormían plácidamente junto a un árbol, pues el único despierto, como siempre, era Armin.

Azar - Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora