Azar - Levi Ackerman

FINAL-NO ME DEJES, CASSANDRA

El cuerpo de Sasha fue cubierto por una larga tela blanca. Los llantos desgarradores de Armin y Mikasa calaban en lo más profundo de mi mente. No podía decir nada. Me cuerpo estaba paralizado. Me negaba a creer que esa hermosa chica de cabellos castaño y sonrisa cálida, había muerto en cuestión de segundos y mano de una mocosa marleyana. La ira que había en sus ojos de aquella intrusa era típica de los marleyanos adoctrinados. Engañados.

Mis nervios crecieron cuando la puerta de la cabina central se abrió abruptamente, las siluetas de Jean, Connie, Hange y Levi, se acercaron al cuerpo inerte de mi amiga. En ningún momento busqué la mirada del Ackerman, pues a parte de que tenía un nudo en la garganta por el dolor de la perdida, había un castigo pendiente por desacato de orden. Estaba entumecida. Quería ir a sus brazos, pero había algo que hacer primero. Debo ver con mis ojos al responsable de la muerte de Sasha. Eren Jaeger. El maldito dijo que todo estaba controlado y que no habría cabos sueltos. 

Con dificultad, me puse de pie y sigilosa entre a la cabina central. Mi respiración se aceleró. Sentía un miedo indescriptible cuando los ojos de Eren Jaeger me miraron fijamente. Después de muchos meses, esos misteriosos orbes verdes esmeralda me miraron fijamente, analizando mi reacción. Detuve el paso. Él notó mi temor.

-Veo que sobreviviste al ataque, me sorprendes- no pude despegar la mirada, aún cuando este tenía una sonrisa retorcida- Sin duda el color negro no te cae bien.

Recordé que aún llevaba la peluca azabache.

-Es tu culpa ... - mi voz sonó ahogada.

Apreté los puños. 

Segundos después, una lagrima caía lentamente por mi mejilla. Era inútil. No podía actuar fuerte ante él. El llanto amenazaba con romper mi compostura. 

-Si tu no hubieras hecho todo esto, ella jamás, escuchas ¡JAMÁS HUBIERA MUERTO! ¡ES TU CULPA EREN! ¡TODO ESTO ES TU CULPA!- no se inmutó ante mi llanto.

-Lo sé. Su muerte fue innecesaria, pero  el bien es mayor, pudimos retener las fuerzas marleyanos, sus puertos, sus ejércitos, todo está devastado. Deberías agradecerme , Cassandra, pues ahora tenemos tiempo para actuar antes que ellos.

-Él tiene razón- miré al maldito barbudo con lentes, quien se encontraba sentado a lado de Eren, con el cuerpo regenerándose lentamente- Todo va conforme a lo planeado. Lamento la muerte de tu compañera, pero el bien es mayor, para todos.

-¡CÁLLATE!- levanté mi puño, listo para golpearlo, pero me detuve.

-Somos aliados. Recuérdalo- la ira casi dominaba mi cuerpo. No podía actuar tan irresponsablemente. Si le propinaba el golpe, la alianza se rompía y las consecuencias caerían sobre mis superiores, Hange y Levi. No podía ponerlos en peligro. Me contuve a tiempo.

-Todo sigue como lo predije ... - un susurro salió de los labios de Eren.

¿Lo predijo? ¿ Acaso sabía lo que sucedería?

Lo miré y esta vez cambió su expresión abruptamente.

-Tu ...- no pude completar la frase, pues un jalón brusco de mis brazos me obligó a voltear.

-¿Qué demonios haces aquí?

Levi me miraba amenazante, apunto de propinarme una patada como acostumbra hacer cuando se enoja enormemente.

-Capitán, yo ...

- ¡Cassandra Fritz!- la voz dura de Hange me estremeció.

El agarre de Levi empezaba a doler.