Capítulo 9

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Estaba aterrada

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Estaba aterrada. Mi pecho subía y bajaba muy deprisa. Respirar se había vuelto un martirio por lo mucho que me ardían los pulmones. Una vez dentro de casa, corrí hasta mi habitación sin siquiera atreverme a mirar atrás. Cerré la puerta de un tirón y recargué mi espalda sobre la madera blanca. Inconscientemente me llevé las manos a la cabeza de forma histérica y me di cuenta de que todavía sostenía el estúpido libro entre mis dedos. Lo miré con frustración, y en un arranque de ira lo arrojé con todas mis fuerza al otro lado de la habitación.

No podía dejar pensar en otra cosa que no fuera lo que acaba de suceder. Tan solo la idea de que alguien pudiera estarme vigilando me provocaba escalofríos. Por un instante pensé en contarle a mis padres sobre lo sucedido, pero lo descarté de inmediato. No quería que se preocuparan, tal vez todo había sido producto de mis propias paranoias.

«Todo es producto de mi imaginación», me dije, intentando convencerme de ello. Tenía la esperanza de que, si me lo repetía infinitas veces, en algún momento llegaría a creérmelo. Aunque también sabía que no podía continuar engañándome a mí misma de esa manera. Era evidente que me habían estado vigilando, y al parecer, desde mucho antes de que saliera de casa en la mañana. Solo eso conseguía que le diera una explicación coherente a los acontecimientos ¿De qué otra forma podían saber dónde o con quién estaba?

Sabían que estaba en la librería, y enviaron el mensaje con el título del libro que debía buscar  en el momento indicado. También me advirtieron sobre Myke. Algo que aún me desconcertaba un poco ¿Qué papel jugaba él en todo esto?, no podía evitar preguntarme.

Me detuve a pensar un momento en la primera vez que nos conocimos. Empezaba a dudar de que realmente se hubiera tratado de una coincidencia. A pesar de todo, también tenía la sensación de que ahora mismo, Myke, era el menor de mis problemas.

«Holden —cuando se trataba de él todo era mucho más complicado»

No necesitaba mucho más información para deducir que si tenía que culpar a alguien por lo sucedido, sería a Holden. En definitiva había sido él quien me había dejado la nota en la chaqueta, ¿no?

Inmediatamente me asaltaron más dudas:
¿Y si Holden era tipo del callejón? Por su complexión deduje que se trataba de un hombre, pero no estaba completamente segura.

Mis emociones oscilaban entre la negación y la rabia. Estaba enfadada conmigo misma, porque por alguna extraña razón me costaba aceptar el hecho de que él tuviera algo que ver con lo que había sucedido.

Me quedé mirando al suelo por unos segundos, sumida en el silencio de mi habitación. Acaricié con mis dedos los pequeños rizos que se formaban en las puntas de mi pelo, mientras reunía el valor para formularme una última pregunta: ¿Por qué había enviado ese mensaje de texto bajo el seudónimo de Ian?

No lo entendía, ¿qué pretendía lograr?
¿Herirme? ¿Qué había cambiado entre nosotros? ¿Por qué me odiaba tanto? ¿Por qué se empeñaba en que lo odiase? Sabía que no le agradaba, pero había visto la preocupación en su mirada el día de las carreras.

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2021 ⏰

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