El Fuck Boy (EDITANDO)

te voy a extrañar

Mi celular comenzó a sonar. Tomé el celular y Henry me volteó a ver, sintiendo que los nervios comenzaban a invadirme.

—Hola —dije, tratando de sonar tranquila.

—Issy, soy...

No lo dejé terminar y colgué. Mi corazón latía con fuerza mientras miraba la pantalla, que pronto volvió a iluminarse con otra llamada.

—Issy, es mejor que contestes —dijo Jhon, mirándome con preocupación.

Con una mano temblorosa, tomé el celular y le contesté.

—¿Qué ocupas? —dije, aguantándome los nervios.

—¿Estás bien? —preguntó Dylan, su voz sonando preocupada.

—¿Te importa? —respondí, intentando mantener la compostura.

—Claro que me importa, Issy. Lo de hoy fue un error —dijo, y la sinceridad en su voz me hizo dudar.

—Ajá. No quiero ser dura, pero tampoco estúpida —replicó, sintiendo una punzada en el pecho.

—Es en serio, Issy. Déjame explicarte. Regresa, estamos preocupados por ustedes y...

De repente, escuché una voz femenina que parecía la de Amber.

—¡Dylan, mira lo que traigo puesto...! —empezó a decir, pero él la interrumpió.

—Cállate, Amber.

—Eres un idiota. No me vuelvas a hablar en tu puta vida, Dylan —dijo Amber con claridad, lo que hizo que mi estómago se revolviera.

—No, Issy, espera.

Le colgué, y una pequeña lágrima salió de mis ojos, incapaz de contenerme más.

—Perdón —dijo Jhon, arrepentido al ver mi reacción.

—Sí, como sea. Ya no le contestes —dije, dándole una mordida a mi hamburguesa, tratando de distraerme.

—¿Tu novio? —preguntó Henry, curioso.

—No —respondí, sonriendo, aunque la tristeza seguía presente en mi corazón.

—Me alegro —dijo, con un tono pícaro. Jhon me miró confundido, sin entender la dinámica.

Terminamos de comer y me recosté en la cama, sintiéndome cansada.

—Jhon, estoy cansada. Tengo sueño —dije, haciendo pucheros.

—Vale, tú y Jhon duermen juntos, y Henry y yo dormimos juntos, ¿sí? —propuso el chico, sonriendo.

—Sí —respondí, con una sonrisa.

Me hice una coleta y me acomodé bien en la cama. Jhon se acostó y yo me acurruqué en su pecho, hasta quedarme dormida.

Desperté por el ruido de las voces y risas.

—Hola, linda, ¿cómo dormiste? —dijo Henry, colocándose una camiseta.

—Bien —respondí, frotándome los ojos.

—Taylor, ¡apúrate! Llegaremos tarde —dijo Henry, buscando algo en su bolso.

—Claro. Amm... Issy, llegamos a las dos. Hay comida en el congelador —anunció Taylor, buscando un lapicero.

—Adiós, linda —dijo Henry al salir del departamento.

—Adiós —dije, acomodándome de nuevo en la cama.

—Issy, despierta —dijo Jhon, moviéndome suavemente.