El Fuck Boy (EDITANDO)

Amigas De Nuevo

Estaba en el patio, evitando entrar a clases, cuando vi a Cami sentada en el pasto, sumergida en sus pensamientos.

—Cami, ¿podemos hablar? —digo temerosa.

—Sí —responde, sonriendo.

Comenzamos a caminar hacia las bancas.

—¿Qué pasa? —pregunta Cami, mirándome con curiosidad.

—Te extraño... extraño nuestro grupo antes de todo esto —confieso, sintiendo que las lágrimas se agolpan en mis ojos.

—Yo también te extraño, Issy —dice, abrazándome con fuerza.

—¿Quieres saltarte esta clase? —propone Cami, sonriendo.

—Sí, claro —asiento, contagiándome de su entusiasmo.

—Deja le digo a Meg —dice, mirando su móvil.

—Está bien.

—Dice que sí —anuncia, emocionada.

—¡Bien! —respondo, alegre.

—Issy, sé que Jhon es tu mejor amigo y lo conoces desde hace tiempo, pero ya no es el mismo que antes —me dice Cami, dándome una pequeña sonrisa.

—Lo sé, pero tal vez sigue enojado conmigo. Después se le pasará —digo, forzando una sonrisa.

—Issy, pero tú no hiciste nada malo. Él no debería portarse así.

En eso llega Meg, con una sonrisa radiante.

—¡Hola, chicas! —dice, alegre.

—Hola —respondemos al unísono.

—Issy, ¿ya nos vas a hablar? —bromea Meg, riendo.

—Sí —digo, sonriendo genuinamente.

—Vale, vámonos —anima Cami, tomando su bolso.

Tomo el mío y comenzamos a correr hacia el auto de Meg.

—Bueno, chicas, ¿a dónde vamos? —pregunta Meg.

—Muero de hambre, vamos a comer —responde Cami, con entusiasmo.

—Vale, vamos —asiento.

Meg comienza a manejar mientras Cami y yo vamos atrás, cantando a todo pulmón. Llegamos a una cafetería muy linda, donde pedimos una torre de hot cakes y tres malteadas.

—Ayer saliste con Henry, ¿verdad? —pregunta Cami, curiosa.

—Sí, ¿cómo sabes? —digo, riendo.

—Subió una historia —contesta Meg, divertida.

—¿Y te gusta? —insiste Cami.

—No sé, creo... —empiezo, pero me interrumpen trayendo la comida.

—Entonces, ¿te gusta o no? —pregunta Meg, intrigada.

—Creo que no, pero no estoy segura —confieso, dándole un sorbo a mi malteada.

Terminamos de comer y subimos al auto.

—¿Y ahora adónde? —pregunto.

—Vamos a comprar ropa —dice Cami.

—Sí, vamos —acuerda Meg, emocionada.

Llegamos al centro comercial y comenzamos a entrar a todas las tiendas.

—¿Está lindo? —pregunta Cami, modelando un vestido negro.

—Sí, te queda precioso —digo, sonriendo.