-¿Qué?- preguntó aún sin creerlo
-Esos malditos me engañaron- las lágrimas ya caían de sus lindos ojos rasgados, mojando así sus mejillas
-¡Hijos de puta! ¡Los voy a matar! ellos me prometieron que no te iban a ser sufrir- habló más para si mismo que para Renjun
-¿Que demonios hice mal?- se preguntó más así mismo
-tu único error fue amarlos-
-Haechan, me duele- se tiró al los brazos del ya mencionado fundiéndose en un abrazo que trataba de reconfortar al más bajo
-Ya no llores, ellos no merecen ni una sola lágrimas tuya, te juro yo voy a estar contigo en todo momento- acarició con delicadeza su espalda
Renjun era un hermoso cristal que con cualquier toque podría romperse
Jeno y Jaemin sabían lo delicado que era él corazón del chino, pero aún así lo rompieron sin pensar en las consecuencias que les traería a ellos y el daño que le causarían al pobre extranjero
-¿Sigues con ellos?- se separó de él para mirarlo, solo consiguió un asentimiento por parte del mayor
-¿Los sigues amando?¿Después de lo que te hicieron?-
-Haechan, no puedo dejar de amarlos de la noche a la mañana, pero eso no significa que los voy a perdonar, yo saldré de ahí lo más rápido que pueda, por eso estoy buscando trabajo- contestó sincero
-vive conmigo, aquí tengo mucho espacio, no serás molestia-
-gracias Haechan- lo volvió a abrazar- pero realmente quiero conseguir algo propio-
-las puertas de mi casa estarán en todo momento abiertas por si llegas a cambiar de opinión o si la no aguantas estar con ellos, solo quiero que sepas que eres y siempre serás mi mejor amigo, yo estaré para ti en tus momentos más difíciles como tú lo estuviste en los míos-
-Pero hay algo que quiero hacer antes de terminar con ellos-
-¿Qué quieres hacer?- cuestionó con curiosidad
-me...me voy a vengar- dijo seguro de sus palabras
-cuenta conmigo, esos idiotas merecen pagar por lo que te hicieron- respondió al instante, esto no se iba a quedar así
Y así fue como dio inicio su ansiada dulce venganza
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𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓮𝓰𝓮 [ɴᴏʀᴇɴᴍɪɴ]
Fanfiction-Renjun...¿porqué lo hiciste?- sollozó el pelinegro -¿pensaron que no me daría cuenta?- el mayor habló sin quitar aquella mirada que se encontraba sin su brillo característico -no...no queríamos lastimarte porque te amamos- esta vez habló el menor d...