𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓮𝓰𝓮 [ɴᴏʀᴇɴᴍɪɴ]

21

Renjun despertó después de sentir una constante vibración bajo su almohada, así que sin querer hacerlo se levantó de la cómoda cama y fue hacia el baño para responder aquella molesta llamada.

– ¿Bueno?– enunció adormilado con el teléfono supuestamente en su oído

– ¿Estabas durmiendo?¿Te desperté?– al escuchar aquella voz su cuerpo reaccionó por completo

– no, todavía no estaba durmiendo.– contestó el mayor conteniendo su bostezo

– si aja...– respondió sabiendo perfectamente que el chino mentía– solo quería disculparme, nos fuimos así de la nada y se me olvidó por completo llamarte para decirte que no volveríamos.–

– No te preocupes Haechan, no hay por qué disculparte.– habló sereno el extranjero quién tallaba sus ojitos varias veces tratando de alejar el sueño

– si tengo, ahora todo se fue a la mierda, el plan se arruinó, realmente no se me cruzó por la mente que Mark conocía a Jeno y Jaemin, si lo hubiera sabido... Si es necesario romperé contacto con él...–

– Donghyuck no vas a terminar la única relación que he conocido sólo por una estúpida venganza sin sentido.– sentenció el mayor– y hablando de eso, lo he pensado como me dijiste que hiciera, y he decidido no cambiar de opinión, el plan se cancela, no quiero seguir con esto.–

– está bien, sí así lo quieres, pero sabes que cuando estés listo para alejarte de ellos yo voy a estar aquí para ti, ya tengo el tendido listo para cuándo te vayas de esa casa.– habló el coreano, que aunque Renjun no lo estuviera viendo sabía que tenía una sonrisa dibujada en su rostro.

– gracias Donghyuck...–

– no tienes nada que agradecer, para eso están los amigos.–

Después de terminar la llamada salió del baño y se acercó al balcón de la habitación, mirando el cielo nocturno pudo por fin respirar, la tranquilidad que emanaba las silenciosas calles durante la noche lo relajaban hasta el punto de hacerlo ignorar todo lo que le rodeaba. Su vista se encontraba fija en la preciosa y solitaria luna mientras que se abrazaba a sí mismo para transmitirse el calor que su cuerpo necesitaba.

– ¿Quién te llamaba tan tarde?– se escuchó una voz conocida fuera de sus pensamientos

–Jeno... creí que dormías.– habló el mayor con un tono de sorpresa

– lo hacía, pero pude sentir la vibración de tu celular hasta el otro lado de la cama.–

– lo siento...–

– no tienes de que preocuparte si el que se despertó fui yo, otra cosa sería si Jaemin hubiera despertado.– enunció mostrando dos medias lunas en sus ojos

El mayor simplemente se limitó a sonreír ya que tenía en cuenta que era cierto lo que el contrario decía.

– era Haechan, quería disculparse por no volver junto con mark.– contestó la pregunta volviendo al tema principal

– ¿Te llamo para eso a las tres de la madrugada?–

– por lo que me dijo, hasta hace un momento arregló las cosas con Mark.–

– vaya, ¿Entonces estuvo fuerte la cosa?–

El mayor solo alzó los hombros como señal de que desconocía el suceso.

–¿Y que haces aquí afuera?¿No tienes frío?– dijo dando por finalizada la conversación anterior

– solo salí un rato para respirar un poco de aire fresco.–

– Renjun vivimos en la cuidad aquí no hay aire fresco.– contestó con una sonrisa socarrona en su rostro

– tienes un punto, pero bueno por otro lado puedo aprovechar para apreciar el cielo.– habló el mayor con las estrellas reflejadas perfectamente en sus ojos haciéndolos lucir como si tuvieran una galaxia en ellos– hoy la luna está muy hermosa.– su mirada llegó a la antes mencionada, era una luna llena que brillaba en su máximo esplendor, simplemente maravilloso.

– ¿Tengo que decir que estoy en paz o qué?– preguntó irónico el pelinegro–

El chino soltó una carcajada sabiendo a qué se refería el menor.

– no fue una declaración...– respondió sonriendo

– inclusive si no lo fue la responderé diciendo que puedo morir en paz si es contigo y Jaemin.– enunció con más seriedad Jeno enrrollando a Renjun entre sus brazos para así abrazarlo por detrás, dejando un casto beso en su mejilla le susurró un "Te amo" el cual él extranjero no pudo contestar de la misma manera, sólo delimitandose a callar.

La sensación de estar entre los brazos del menor le transmitía esa calidez que su cuerpo y alma necesitaban para sentirse vivo, necesitaba seguir soñando un poco más, seguir sintiendose amado, solo lo suficiente para tener las fuerzas necesarias que requería para volver a la pesadilla que tenía de realidad. El mayor sólo necesitaba recibir el mismo afecto y amor que él daba, Renjun solo necesitaba ser amado.

Quería estar en paz el último instante antes de que la tormenta llegué y se lleve consigo todo lo que en algún momento vivió con ellos dos, para así dejar sólo un vacío en su interior que muy en el fondo de su corazón sabía que nunca podrá a llenar de nuevo.