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– me tengo que ir.– habló Renjun saliendo de la habitación

– ¿no puedes quedarte un rato más? Ya casi termino el desayuno...– dijo el menor formando un pequeño puchero en sus labios

– lo siento...–

– está bien cariño, ve a tu trabajo, sé que Jaemin puede cocinarnos algo delicioso para la cena.– interfirió está vez el pelinegro

– claro que sí, les haré la mejor comida que alguna vez probaron.– enunció con una gran sonrisa

– en ese caso nos vemos en la cena.– con lo dicho finalizó la conversación dispuesto a salir del lugar

– ¿No te olvidas de algo?– la voz de Jeno lo detuvo

Cerciorandosé de que nada le faltará negó con la cabeza.

– no que yo sepa.– contestó

El pelinegro lo acercó a su cuerpo tomándolo de la cintura para después depositar un casto beso en sus labios.

– listo.– enunció separándose del mayor

– me toca.– dijo Jaemin para así juntar  sus labios con los de Renjun– ahora sí te puedes ir.–

– nos vemos.– sin más interrupciones el extranjero salió del sitio

– sin más interrupciones el extranjero salió del sitio

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– buenos días.– habló llegando a su espacio de trabajo dirigiéndose a su compañero con una gran sonrisa

– me apena decirte que de buenos no tienen nada.– contestó Yangyang devolviéndole la sonrisa

– ¿Y eso porqué? ¿Ahora que sucedió?– preguntó sentándose en su silla y encendiendo la computadora que se encontraba sobre el escritorio que compartía con el taiwanés.

Antes de hablar el menor le dió un sorbo a su café para después hacer una mueca de lo caliente que estaba, cosa que hizo reír al mayor y hacerlo pensar que Yangyang era sumamente adorable.

– Haechan llegó echando humos, parece que no tuvo un buen día ayer, está con un humor pésimo ¿Sabes que le pasa?– cuestionó el más alto acercándose al mayor de manera que solo ambos escucharán la conversación, ya que algunos de sus compañeros comenzaban a mirarlos tratando de escuchar más de lo hablado. Pero no podía culparlos, cuando trabajas en una empresa el único entretenimiento que puedes tener es el chisme.

– creo saber la razón, pero no estoy seguro, iré a hablar con él ¿Sabes dónde está?–

– está en la oficina de Dejun haciendo unos papeleos.–

– está bien, ahora vuelvo.–

Renjun estaba completamente consciente del porque Donghyuck estaba así, pero era algo que no le podía estar contando a la gente así como así, era la vida privada del coreano y él no tenía derecho de hablar de ella, apesar de ser Yangyang el que se lo preguntará. Nunca haría algo así.

Tocó unas cuantas veces la puerta de la oficina de Dejun y al recibir un "adelante" proveniente desde adentro de la habitación, entró.

– buenos días señor Xiao, perdón por la interrupción sólo quería saber si Donghyuck estaba aquí.– dijo haciendo una reverencia

– justo estábamos terminando.– contestó con una sonrisa el mayor– ya puede marcharse con el señor Huang, hemos finalizado por hoy.– habló dirijendose está vez al coreano que se encontraba sentando frente a él.

– que tenga un buen día.– enunciaron ambos para después salir de la oficina

– enunciaron ambos para después salir de la oficina

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– ¿Y? ¿Para qué me querías?–

– me llegó el rumor de que llegaste de malas a la empresa, solo quería saber cómo estabas.–

– no tienes nada de que preocuparte, estoy bien.–

– eso no dicen las ojeras en tus ojos.–

El chino no mentía, dos grandes círculos oscuros se encontraban debajo de los lindos ojos del coreano.

– solo no dormí bien, tengo muchas cosas en mente, ya sabes con lo de Mark no pude siquiera cerrar los ojos.– dijo, no mentía del todo, era solo una mentira a medias.

– Donghyuck estoy para ti, me puedes contar cualquier cosa que te atormente, nunca te juzgaría.– aclaró tomando de los hombros al menor para transmitirle seguridad de que hablara.

– se que nunca lo harías, pero es solo eso, no hay más. Realmente no sé si este preparado para algo serio y no quiero lastimar a Mark, él es un gran chico pero...– se interrumpió el mismo sin poder seguir hablando al mismo tiempo que bajaba la mirada

– ¿no te gusta lo suficiente para iniciar una relación o simplemente no quieres una?– completó el mayor para acto seguido agacharse un poco para conseguir conectar mirada con el contrario.

– ese es el problema, no tengo idea de lo que quiero.–

– solo tienes que ser honesto.–

– pero si lo soy voy a herirlo y es lo que no quiero hacer–

– Donghyuck a veces es necesario decir la verdad para no herir a alguien, las mentiras solo se hacen más dolorosas con el tiempo, si no lo quieres lastimar no le mientas, ni a él ni a ti. Ahora dime...– habló poniendo una mano en el pecho del contrario haciendo que el otro lo mirará anonadado.– que es lo que dice tú corazón, lo primero que tienes que hacer es ser honesto contigo mismo, aclara tus sentimientos y luego toma las decisiones que tengas que tomar.–

Tal vez Renjun tenía razón, pero Donghyuck se preguntaba cómo reaccionaría el mayor al momento de que fuera honesto con él, en el momento en que le dijera todo aquello que había estado conteniendo por años ¿Lo perdonaría?¿No lo juzgaría como le dijo? ¿Podrían seguir con su amistad apesar de eso? El miedo de que la reacción del chino fuera negativo lo carcomía por dentro, la culpa lo seguía y su conciencia no podía estar tranquila, quería ser honesto pero el temor de perderlo se lo impedía, no se merecía su calidez ni su amor, no se merecía a Renjun.

Tal vez Renjun tenía razón, pero Donghyuck se preguntaba cómo reaccionaría el mayor al momento de que fuera honesto con él, en el momento en que le dijera todo aquello que había estado conteniendo por años ¿Lo perdonaría?¿No lo juzgaría como le di...

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 𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓮𝓰𝓮 [ɴᴏʀᴇɴᴍɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora