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¿Recuerdan que Hendery ya no iba a escribir el final del capítulo? Bueno, la tortilla volvió a darse vuelta.

Sus padres le habían informado que se quedarían en la casa de sus tíos por la fuerte tormenta que había y ¿Cómo no? Hendery metió la misma excusa para quedarse a dormir en su casa. Eran casi la una y media de la mañana, habían terminado de estudiar matemática y Hendery lo había convencido de ser él quien termine el capítulo. Lo único que se escuchaba entre esas cuatro paredes eran suspiros y chasquidos de besos. Hendery no mentía, no tenía piedad alguna, saqueaba su boca a gusto pero sin ser brusco. Las manos de XiaoJun acariciaban todo el cuello del rubio hasta llegar a la nuca, en donde las presionó para tener más cerca la boca contraria -si es que eso era posible-. Las manos de Hendery se paseaban por la parte interna de sus muslos, apretandolos levemente de vez en cuando y provocando que suspiros más fuertes abandonaran la boca del castaño. Sus lenguas mantenían una pelea bastante interesante y de vez en cuando se desviaban para ir a parar a otra parte de sus bocas.

XiaoJun se vio obligado a separarse de la boca de Hendery cuando un fuerte trueno que resonó por todas partes lo hizo sobresaltar. Se levantó del regazo contrario y fue hacia la ventana, abriendo las cortinas y viendo como incontables gotas de lluvia caían brutamente del cielo oscuro. Las calles estaban levemente inundadas y los postea de luz hacían que pudieras ver con más claridad como llovía.

Frunció el ceño. ¿Qué debía hacer cuando había truenos? No lo recordaba ¿Era importante? Temía que lo fuese.

--DeJun ¿Pasa algo?

--No... no, creo que no --Volvió a subirse a la cama, sentándose a un lado de Hendery-- ¿Qué hacemos ahora?

--Tienes... ¿Algún libro interesante? --XiaoJun pensó, sí tenía, pero no se lo daría-- ¿Qué hay de el que te dio Yuta? ¿Puedo leerlo ahora? --El castaño negó-- Ah ¿Por qué no? --Porque no quiero ser expuesto, le respondió internamente, pues él recordaba claramente como la otra vez le había dicho a este que ese libro lo describía.

--Aún no lo terminé --Mintió descaradamente, pues el libro se lo habían regalado hace al rededor de una semana y XiaoJun tenía tanta curiosidad que hasta podría habérselo leído cinco veces ya-- ¿Por qué no vamos a dormir? Ya es tarde.

--De acuerdo... pero con una condición --Sonrió-- Déjame abrazarte como la primera vez que me quedé aquí.

--No...

--Entonces no te dejaré dormir --Le sacó la lengua.

--No seas infantil --Frunció el ceño mientras chasqueaba la lengua. Empujó a Hendery y se acostó en la cama, el otro ignoró la charla anterior y se acostó a su lado, abrazandolo. XiaoJun no objetó y simplemente apagó la luz de la lámpara de noche para poder dormir en paz.

Hendery le daba paz. Como si todos sus problemas fueran pequeños cuando estaba a su lado, su presencia cambiaba mucho las cosas para XiaoJun. Que Hendery demostrara interés y apoyo por las cosas que le cuenta o le pasan lo hacía sentirse bien, tal vez porque estaba enamorado, o tal vez porque sus padres nunca hicieron eso. Él recibía apoyo en lo que sea de ellos, si quería algo, sus padres se lo daban, era como el típico chico de papi, el que es consentido y mimado por sus padres. Más a XiaoJun eso no le gustaba, el quería que sus padres fueran como el resto, que lo regañaran, que le dijeran que no, XiaoJun no recordaba la última vez que ellos le negaron algo. Si bien no intervenían en sus planes, no demostraban interés alguno, y eso le dolía, porque sentía que sus padres no estaban orgullosos por sus logros o por lo que era en sí. Sino que eran como una máquina y las palabras de XiaoJun las monedas que los hacían funcionar. Siempre repitiendo las mismas frases. Que asco de vida. Más no se sentía desafortunado, no hoy, no ahora, porque Hendery estaba a su lado. No le decía nada porque XiaoJun no le había hablado del tema, pero estaba seguro de que el rubio buscaría una manera de hacerlo sentir mejor, sin saber que él estaba conforme con solo estar a su lado.

Panic Attack {YuMark}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora