Panic Attack {YuMark}

N

Mark no estaba entendiendo por qué el lindo chico popular y frío le estaba oliendo el cuello a él, a Mark Lee, un comelibros que no podía hacer ni cinco minutos de educación física porque terminaba en el suelo.

No iba a negar que tuvo miedo cuando le habló y este clavó su fría mirada sobre sus ojos, estaba claro que el no podía ir a olerle el cuello como si lo conociera de toda la vida, Mark estaba en su derecho a enojarse si quería; pero lo que en realidad tenía era confusión y un leve miedo, nunca antes habia hablado con alguno de los populares, mucho menos ese chico de pelo azul oscuro, que no parecía ni querer hacer el amague de apartarse.

--Hueles... -Comenzó murmurando, volviendo a olerlo-- Tan bien... --Suspiró lo último del aroma a arándanos, el cuál fue cambiado a sudor al ya haber salido de su ataque de pánico.

--N-no se de que estas hablando, estoy sudado, el sudor no huele bien --Se giró un poco y puso una mano sobre el pecho del peliazul, apartandolo.

--Hey, estúpido --De repente otros dos chicos llegaron, eran JungWoo y XiaoJun, obviamente el que lo estaba insultando era el chino, quien lo tomó del brazo y lo apartó del chico de cabello claro-- ¿Qué haces oliendole el cuello al chico? Vas a comenzar a espantar a todos --Gruñó, al parecer hoy no estaba de buenas.

Yuta sólo se encogió de hombros y miró al chico de cabello claro con una sonrísa de dientes radiantes, sorprendiendo a los tres desconocidos.

--¿Cómo te llamas, arandanito?

¿Arandanito? Yuta, por favor.

--¿Arandanito? --Dijeron todos al unísono.

Rápidamente JungWoo tiró del brazo de sus dos amigos, despidiéndose de los tres desconocidos y pidiendo disculpas en nombre de Yuta. Fueron arrastrados hasta llegar al salón abandonado en el cual siempre pasaban los recreos, lejos de las personas y -por ende- lejos de los ataques de pánico. Yuta se sentó sobre uno de los pupitres, mientras que XiaoJun se sentó en una silla y JungWoo se quedó parado.

--Entonces... cambiaste de olor favorito y de persona --Afirmó el coreano-- Pero no entiendo, ¿Como?

--Tampoco lo se --Se encogió de hombros, moviendo sus pies de un lado al otro-- Sólo se que me encanta --Volvió a sonreír.

--Bien, pero deberás confirmarte con JungWoo, seguro debes de haber espantado al pobre chico.

--No seas malo, DeJun, pensé que JungWoo había cambiado su aroma.

--¿Y como se yo si se cambió o lo cambié? Tu eres el de los ataques, tu debes de saber --Yuta borró su sonrísa, dejando que una mueca de aburrimiento adornara su rostro. A veces JungWoo se parecía a XiaoJun, tan realista que arruina los momentos divertidos.

Mientras ellos discutían sobre los aromas, Mark hablaba con sus amigos de lo recién ocurrido:

--No recuerdo su nombre, pero no creo que haya sido él, ¿Por qué olería a Mark así porque si?

--Para mi le gustas --Hendery era el más empeñado en esa teoría, pero Mark se negaba a creer eso, seguro a penas sabía de su existencia. Los dos restantes suspiraron con cansancio-- ¿Que? ¿No viste la sonrísa que tenía en la cara? ¿Cuándo lo vieron sonreír así? Nunca, pero bueno, ustedes jamás me escuchan --Se cruzó de brazos, apartando la mirada indignado.

--Hendery, él a penas conoce a Mark, ni su nombre sabe... sin ofender --Johnny miró a Mark, quien asintió restandole importancia-- A lo que quiero llegar es que no le gusta.

--¿Y si es como en los dramas? El típico chico popular se enamora del nerd comelibros de la escuela --Soltó una carcajada y aplaudió una vez-- Soy un genio, deberían darme un premio.

--Si, como tu digas, genio --Le hizo burla el canadiense, golpeandole la cabeza-- ¿Eres tonto? Eso sólo pasa en los dramas, tu serías bueno nada más para crear historias de pura fantasía, porque ni en los exámenes te va bien --El de cabello castaño concordó con una carcajada.

--Que malos que son conmigo --Lloriqueo-- Debería buscar amigos nuevos.

--¿Qué dices? Estúpido.

--Como dice el dicho, tira lo viejo y dejale espacio a lo nuevo --Sonrió al ganarse dos fuertes golpes en la nuca-- Mhm, Johnny sigue teniendo mano dura --Se sobó la zona afectada por los golpes-- Pero aún así yo creo que-

--No, Hendery --Respondieron ambos al unísono.

--Tsh, yo sólo decía --Se cruzó de brazos-- No era para que se pongan a ladrarme como caniches agresivos... --Murmuró.

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