On track || Hyunin

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Pasaron así los años y el menor vivía a gusto con su querido amigo, que nunca dejó de apoyarle y que permitió que residiera en su casa todo el tiempo que hiciera falta. Estaba muy agradecido tanto con él como su madre, realmente les tenía mucho aprecio.

Pero su escasa edad no duraría mucho, el tiempo pasa demasiado deprisa y, sin casi darse cuenta, ya tenían 15 y 14 años.
Aún que, según la señora Kim, Seungmin tenía una edad mental del niño pequeño de 7 años que anteriormente fue.

Nada más quedaban 2 días para volver al instituto y empezar el nuevo curso. El mayor estaba muy emocionado por volver a ver a sus amigos después de mucho tiempo y, si era posible, hacer nuevos.

Jeongin estaba en la habitación con Seungmin repasando los temas que dieron los pasados cursos para que al retomar las clases no se les olvidara nada en absoluto.
Un ruido del freno de una camión llamó la atención de los chicos haciendo que se asomaran por la ventana. Como indicaba el cartel del vehículo, era un camión de mudanzas. Ambos se miraron con ilusión y automáticamente bajaron por las escaleras y llegar en frente de la puerta.

– Mamá, una familia se acaba de mudar a la casa de al lado, podemos ir a ver? – cuestionó Seungmin.

La señora Kim se asomó por la puerta de la cocina limpiándose las manos en su delantal de cocinar.

– ¿Vecinos nuevos dices? – su hijo asintió para después abrir la puerta y señalar lo que parecía ser una mudanza bastante ajetreada.

La mujer se sacó el delantal y salió por la puerta acompañada de los chicos.
Se acercaron al camión y encontraron a la familia contemplando la casa con un brillo en los ojos.
Seungmin se acercó al hijo de la familia y lo saludó, éste se dio la vuelta y devolvió la sonrisa que le había regalado el contrario.

– Hola, creo que eres nuestro nuevo vecino. Me llamo Seungmin, y él Jeongin. – terminó señalando con la mano al menor, que se encontraba detrás de él un poco tímido. Su voz le resultaba familiar.

– Pues si, yo me llamo Hyunjin, Hwang Hyunjin. ¿Sois hermanos?

El menor miró a su amigo confuso. ¿Eran "hermanos"? Bueno, desde luego hermanos de sangre no, pero tampoco eran hermanastros.

Era un amigo que viva con él, era un poco raro de explicar.

– Algo así. – Kim soltó una pequeña risa mientras se llevaba su mano a la nuca, aún pensando si la respuesta que le había dado a su nuevo vecino era la correcta.

Hwang escuchó a sus padres pidiéndole que entrara ya en lo que sería su nuevo hogar. Hizo un gesto con la mano de despedida y fue camino a su casa. El mayor miró a Yang con una sonrisa, lo tomó de la mano y volvieron a su casa con la señora Kim.

El menor contempló por última vez el hogar de lo que parecía su nuevo vecino.

¿Podrían ser amigos?

Lo cierto es que no se le daba muy bien, era más bien tímido y introvertido, de ahí porque tenía escasos amigos.

[...]

Era la primera semana de Septiembre y pronto seria el regreso a las escuelas.

Jeongin no quería volver al instituto, estaba mejor en su casa.