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- Hyung, me podrías explicar que haremos exactamente esta noche? Iremos a pedir dulces o no? - preguntó Jeongin curioso mientras se sentaba en la cama de su, ahora, "hermano".

- Pues la verdad los chicos y yo habíamos pensado que sería demasiado pronto empezar a volver a la "normalidad" ya que... Bueno... Ya sabes... - intentaba expresarse señalando de forma torpe los delicados y vendados brazos del menor. Yang hizo una mueca de comprensión y volvió su mirada a sus extremidades superiores, así frunciendo el ceño con disgusto. - ¡Pero! - el menor automáticamente levantó la cabeza y sus ojos empezaron a resplandecer de forma adorable. - También pensamos que sería buena idea hacer algo especial... Así que hemos decidido ir todos juntos a un restaurante a cenar y después dormir en el apartamento de Chan, que te parece? - Propuso Seungmin.

Jeongin dió un salto de la cama y fue a abrazar al mayor, estaba muy ilusionado. Sus brazos rodeaban parte del cuello de Kim como podía ya que por la parte de lad muñecas le dolía demasiado, aún así estaba feliz de pasar la noche de Halloween con sus mejores amigos, aún que a decir verdad, ellos eran los únicos.

No quería que por lo que pasó ellos le tratarán como un persona delicada o a la que proteger de cualquier cosa desde el punto de vista excesivo. La verdad es que ahora le gustaba sentirse acogido y protegido, pero no de una manera exagerada.

[...]

- ¡Jeongin, Seungmin! Hyunjin os está esperando - informó la señora Kim desde el piso de abajo.

Seungmin cogió la bolsa en la que guardaban el pijama y la ropa limpia y bajó las escaleras con el menor siguiéndolo por detrás.

- Adiós mamá - la abrazó su hijo.

Yang se sentía incómodo, a partir de ahora tendría que llamarla "mamá"? Se le haría extraño, tendría que acostumbrarse.

Finalmente Jeongin hizo una pequeña reverencia nervioso y sonrió. La mujer se percató de su incomodidad y trató de tranquilizarlo.

- Cariño, puedes llamarme como quieras, no te voy a forzar a nada, tú solo llamame como te apetezca. - le sonrió con dulzura y el menor no pudo resistir ser contagiado y terminar sonriendo también.

Si se ponía a pensar, la verdad es que sonreía mucho durante el día. No le gustaba la seriedad, a pesar de ser un chico un poco introvertido no podía evitar que sus comisuras fueran hacia arriba a la mínima.

Jeongin tomó las manos de su amigo y hermano y empezaron a caminar hacia el restaurante donde habían quedado con los demás, que estaba a unas cinco manzanas de sus casas.

Se mantenía un silencio cómodo, no había necesidad de hablar, la compañía su compañía era suficiente para que se sintieran bien.

- Hummm... Por cierto Jeongin, Yuri se fue del instituto, ahora no recuerdo muy bien a donde, pero bueno, era para informarte. - dijo Hyunjin contemplando la diferencia de altura entre ellos dos, era adorable, aún que solo se llevaran un año él parecía realmente más pequeño, y no solo por su estatura.

Jeongin estaba gritando por dentro de emoción, más no quería parecer que hubiese estado histérico así que respondió con un simple "¿Ah si? Que pena, me caía bien" formando un puchero falso. Visto desde otra perspectiva lo que pensaba el menor era algo un poco egoísta, pero no podía evitarlo.

No es que le cayera mal, solo que cuando estaba con Hyunjin sentía que ella era molesta, era su momento con su hyung y no quería que ella se entrometiera en sus conversaciones.

Seungmin asintió y luego se acordó de las palabras del profesor de hacía tres días.

- Ah sí, y también vendrá otra persona de intercambio desde Japón. Esas cosas son muy raras, no sé para qué ir a estudiar a otro lugar cuando después la gente se quiere quedar a vivir allí, por qué no se mudan directamente? - dijo Seungmin viendo fallos en su lógica.

On track || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora