FuckGirl, Forever (+18)

Capitulo 10

Mente abierta

Meghan

Me levanto de mi cama con mucho ¡Mucho sueño!.

No pude dormir en toda la noche, pensando y pensando en todas las cosas que Daniel dijo.

Puede que mi mente las halla tomado tomando como estupideces, o que quizá estaba ebrio... Pero vi su cara, de dolor.

Estaba sufriendo por lo que averiguo y a mi me había destrozado a un mas el saber que papa no murió porque quiso. Y ahora, resulta y resalta que tengo una hermana. Y que la madre murió envenenada.

Todo esto me resulta muy extraño.

Me coloco un vestido volado, color amarillo mostaza de tirantes con escote que hace que mis tetas luzcan mas grandes de lo normal, con unos zapatos deportivos muy cómodos marca Adidas que quedan muy bien con el vestido.

Me coloco un poco de maquillaje para ocultar mis ojeras y mi aspecto de muerta. Me coloco unos lentes de sol un poco grandes, pero debo admitir que me miro realmente impresionante.

Si, tengo una gran autoestima.

(Besos para quien no la tenga).

Bajo de mi habitación encontrándome con Hernán y Luciana desayunando.

No sabia que las hienas madrugaran.

–Buenos días hija– me sonríe Luciana, sin mostrar su dentadura arruinada.

Sonrió. Se le ilumina la cara al verme sonreír, ella cree que le sonrió a ella, pero sonrió de ella... ¿Porque no enseñar su dentadura en esa sonrisa?... ¡Oh claro! La droga le daño hasta los dientes.

Me sirvo un poco de jugo de arándanos, con una tostada con mermelada de fresa.

–¿Quieres que te prepare algo?– ni siquiera le otorgo una mirada.

Ni eso se merece.

–¿Me sacas otra cerveza del enfriador, cielo?– Luciana asiente, pasándole una lata de cerveza.

Tan temprano y con el vicio. De milagro y no están haciendo sus líneas de droga en la mesa.

Tome mi celular entrando en el chat, viendo el ultimo mensaje que le deje en visto.

Ningún mensaje... Quizá se enojo por el puñetazo que le solté a su "Pareja" pareja de tarados los dos.

De igual forma no me interesa.

Subo a la alcoba de Daniel para ver si esta dentro y lo esta, esta sobre su cama, arropado y durmiendo aun.

–¿Daniel, no iras a la facultad?–  lo sacudo de los hombros pero el solo gruñe molesto

–No... Algunos maestros no irán y el director decidió suspender las clases de hoy... Para nosotros, claro– dice medio dormido.

Me despido dándole un beso en la mejilla y otro en la frente como acostumbraba papa.

Salí de mi casa sin preocuparme o inmutarme por mirar al par de hienas que siguen desayunando. Ignoro el <<Que tengas un excelente día hija>> de Luciana y continuo mi camino.