Capítulo 4

41 3 0
                                    




Isabella

-Entonces, vomitó y después se fue sin despedirse.- replica Bee. Mientras se come una hamburguesa grasienta de la cafetería.

Estamos sentados en una de las mesas aisladas de la cafetería, para así poder contarle lo que había sucedido el día anterior.

- Tal vez esté embarazado- vuelve a decir Adam. Ambas volteamos a verlo con el ceño fruncido. Era la cuarta vez que lo dice. -¡Vamos! No me vean así, era broma.

-¿Y es lindo?- pregunta Bee, ignorando el comentario de Adam. Me sonrojo levemente, sintiendo mis mejillas calientes. –Con eso ya me doy cuenta que si- dice señalándome con un dedo, mirada divertida y una sonrisa pícara.

Bee al igual que Adam, me conocen bastante bien. Desde la secundaria son mis únicos amigos. Cuando falte a clases por más de un mes, dejé de comunicarme con ellos. No hablé con ellos en ningún momento. Me quedaba horas en mi habitación, sin pensar en nadie ni en nada. Cuando volví a ingresar a la escuela, al verme solo me abrazaron, motivándome a seguir. Nunca se molestaron por el hecho de no haberles avisado mi ausencia. Comprendieron lo que había pasado. Nunca preguntaron nada de lo ocurrido. Simplemente nos sentamos en una banca y comenzaron a contarme todo lo que había sucedido en esos días que no estuve. Siguieron con sus peleas y con sus malos chistes, como si nada hubiera cambiado. Supe que ellos son especiales, los aprecio demasiado.

-¡Así que Isa ya se enamoró, por fin!- exclama con alegría Adam levantándose de su asiento, haciendo que Bee lo jale de un brazo para regresarlo a su lugar.

-¡Nunca dije que estoy enamorada!

- Más bien, está atraída- corrige Bee.

¿Estaré atraída por Bennet? ¿Por eso me da nervios su cercanía?

-Tal vez... esté atraída por él físicamente- digo con un hilo de voz y con las mejillas sonrojadas.

Tal vez esté atraída por el físicamente...

Tal vez

-¿Y por qué no sentimentalmente?- pregunta Adam con una ceja alzada.

-Solo lo ha visto dos veces. No creo que eso sea suficiente para enamorarse de alguien, tarado.- reclama Bee

-¿Y qué me dices del chico que trabajaba en la pizzería? ¿Acaso no recuerdas cuando decías que te habías enamorado? Y eso que solo lo habías visto una sola vez. - Reclama Adam, refiriéndose a Bee con los brazos cruzados.

-¡Solo fue la emoción del momento!- Contrataca Bee con las mejillas rosadas.

-¡Recuerdo cuando fuiste a comprar una pizza para llamar su atención, pero al momento de entregártela, te resbalaste con un pepperoni tirando la pizza encima de una pobre anciana!- Suelta una carcajada Adam recordando aquel momento. Suelto una pequeña risa a lo que Bee me fulmina con la mirada.

Ese día fue un desastre, pizza encima de una señora de más de cincuenta años, Bee en el suelo y el chico de la pizzería conteniendo la risa. Mientras Adam ayudaba a Bee a levantarse, yo ayudé a quitar los restos de pizza que quedaban en el cabello de la anciana, mientras esta maldecía en voz baja quitándose los pepperoni de la ropa.

-¡Gracias por recordarme ese horrible día!- Reclama Bee con los brazos cruzados.

-Coquetear no es para ti, definitivamente- dice Adam

El timbre suena indicando la hora de clase, recogemos la basura. Nos dirigimos a los casilleros, para que Bee pueda sacar sus libros que se le habían olvidado. Me observo en el pequeño espejo que está pegado a la puerta de su casillero. Mis ojeras se han disminuido con el paso del tiempo, mi semblante cada vez está menos tenso y más... tranquilo. Me alegra saber que cada vez estoy mejor.

Caminando a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora