CAPITULO DOS

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WILLIAM

Estaba conversando con una rubia realmente hermosa, cuando sentí gritos que venían del jardín. Me dirigí allí y no podía creer lo que veían mis ojos, una chica estaba golpeando a Bobby, mi mejor amigo. En realidad, golpeando se quedaba corto, le estaba dando una buena paliza. Mi amigo ni siquiera se defendía y decidí intervenir; y a medida que me acercaba, escuchaba las risas y silbidos de la gente alrededor.

—¡Detente Liberty! ¡Por favor, estás asustándome! —dijo una chica de coleta que se veía que estaba entrando en pánico mientras sostenía a otra en sus brazos que no dejaba de llorar. Cuando estuve al lado de la muchacha, quien debo añadir, era jodidamente fuerte, la tomé de la cintura con fuerzas y la alejé de mi amigo.

—¡Déjame! —gritó ella mientras se resistía y trataba de volver. Bobby se puso de pie y tapó su boca y nariz que sangraban.

—¡Tu amiga empezó a gritar y llorar de repente, no le hice nada maldita demente! —dijo Bobby.

—¡¿Cómo me llamaste!? Voy a matarte imbécil. —dijo tratando de zafarse de mí. Tuve que usar toda mi fuerza y la puse sobre mi hombro mientras ella no dejaba de patalear.

—Ustedes dos, vengan conmigo. Las llevaré a ustedes y a su amiga de vuelta al campus. —dije señalando a la chica de coleta y a la que no paraba de llorar. La primera asintió y me siguió al auto.

Cuando llegué bajé a la chica y al mirarla la reconocí al instante, cabello corto color rojo y ojos castaños, era la misma que había tirado una lata de soda en mi cabeza y había actuado como una niña de dos años. Me mordí el labio para no reírme porque estaba seguro que si lo hacía sería el siguiente en tener la nariz rota. Puse mi voz seria y le pedí que subiera al auto, ella me frunció el ceño, se cruzó de brazos y subió al asiento del conductor, mientras las otras dos fueron a los asientos de atrás. Cuando comencé a conducir, pude ver que todas estaban más calmadas.

—Gracias por ayudarnos allí —dijo la chica de coleta—. Mi nombre es Melanie, ellas son Camille y Liberty. —dijo señalando a la chica alborotadora, quien soltó un bufido.

—¿Ayudar? Si claro. —dijo Liberty mientras se daba vuelta para ver por la ventana. Me reí ante eso.

—Melanie, ¿podrías decirme que demonios sucedió allí? —dije mientras miraba por el espejo retrovisor a la única con la que podría tener una conversación de adultos.

—Pues...yo había perdido a Camille...—acarició el cabello de la chica que seguía llorando—. Luego me encontré con Liberty y comenzamos a buscarla, y cuando la encontramos estaba con ese chico, quien la tomaba de la cintura mientras ella lloraba y gritaba. —finalizó. ¿Bobby obligando a una chica a tener sexo? Él definitivamente no era así.

—El idiota quería violarla obviamente, y los imbéciles que estaban allí no harían nada al respecto porque tienen la jodida cabeza metida en su maldito trasero. —dijo Liberty de repente.

—Lamento contradecirte, pero Bobby no haría algo así. —dije preparándome para su mirada. Y allí estaba, sus ojos oscuros brillaban con furia y sus puños se cerraron.

—Él... él tiene razón. —dijo una voz entrecortada. El brillo en los ojos de Liberty se apagó y frunció el ceño hacia su amiga.

—¿Qué? —dijo ella.

—Yo...yo...lo siento tanto... —dijo ella derramando unas lágrimas—. Él no me estaba haciendo nada...bueno sí lo hacía, pero no a mí... lo que quiero decir es que...él no tiene la culpa yo solo.... Estaba asustada. —

¿Qué? ¿Acaso tenía doble personalidad?

—¡¿Qué demonios!? —Liberty se quedo mirandola incredula y el brillo de furia comenzó a aparecer—. Frena el auto —dijo en un susurro.

—¿Qué? —dije confundido.

—¡Que frenes el jodido auto! —gritó mientras le daba un puñetazo al tablero del auto. Me frené de golpe para que que no tocara mi querido coche de nuevo, ella se bajó, cerró la puerta con fuerzas y comenzó a caminar de vuelta por donde vinimos. Me bajé también y comencé a seguirla.

—¡Hey! ¿Qué demonios sucede? —dije tomándola del brazo cuando la alcancé.

—Voy a matarlo. Ahora la traumatizó y se está echando la culpa. —dijo ella forcejeando para que la deje ir.

—Lo siento, pero tu amiga dice la verdad, debe haber sido un mal entendido, conozco a Bobby de toda mi vida. Él definitivamente nunca haría eso. —dije tratando de convencerla. Ella se quedó mirándome y luego cerró los ojos, respirando profundamente.

—A la mierda con esto. Hablaré con ella mañana. —dijo en un susurro. Luego me dejó y volvió al auto. Melanie y Camille vivían en los cuartos del campus y Liberty en un departamento cerca de la playa. Decidí dejarla a ella primero para que pudiera calmarse y salió sin despedirse de nadie.

Cuando llegamos al campus, Melanie se fue agradeciéndome y llevando a Camille consigo.

—Espera. —dije bajando del auto. Ambas se dieron la vuelta.

—¿Qué sucede? —dijo Melanie.

—En realidad, me gustaría poder hablar contigo Camille ¿Podría ser mañana? —dije y ella se vió insegura al respecto—. Mañana al mediodía estaré en la cafetería, te espero allí. —dije sin esperar a que respodiera.

Volví el coche en dirección a la casa donde se daba la fiesta, definitivamente iba a saber lo que pasó allí. Y esperaba que mi intuición sobre Camille fuera correcta.

Desastrosa Coincidencia© (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora