CAPITULO TRECE

265 13 0
                                    

 LIBERTY

—¿Azul? —dijo Melanie mientras trataba de que su rostro no reflejara disgusto. Esta mañana había salido temprano y no me había visto. Me limité a encogerme de hombros mientras le daba otro bocado a mi burrito. 

—Yo creo que es hermoso. —dijo Camille. La noche anterior estaba aburrida navegando por internet cuando ví la imagen de una modelo con el cabello azul, y como me gustó, aunque fueran las dos de la mañana, decidí teñírmelo. Ahora estábamos en nuestra mesa de siempre y Melanie no podía quitarme los ojos de encima. Puse mis ojos en blanco y me dirigí a Sophie, quien como era habitual, estaba leyendo.

—Oye Sophie, ¿Qué piensas de mi cabello? —dije. Ella me echó un vistazo—. Tus ojos oscuros y tu tono de piel pálido hacen que el color azul sea una buena elección. —dijo hablando rápido y con seriedad, luego volvió a su libro. Todas nos giramos hacia ella y luego nos miramos atónitas.

—Wow, no creí que fuera a responder. —dije mientras miraba nerviosa en su dirección, la verdad es que Sophie era algo escalofriante. Melanie y Camille se miraron y comenzaron a reírse.

—¿Qué es tan gracioso? —dijo alguien detrás de mí. Me giré y ví a Bobby con una bandeja de comida. Él me devolvió la mirada y se frenó antes de sentarse.

—Azul. —se echó hacia atrás, chocando con alguien, y no cualquier alguien, con William. ¿Qué demonios hacía él aquí?

—Hey, ten cuida…—se calló al mirarme—. Azul. —dijo cuando fijó su vista en mí. Puse mis ojos en blanco y volví a mi burrito.

—Ustedes los hombres son tan elocuentes. —dije sarcásticamente. Bobby se sentó a mi lado y William junto a Camille.

La opinión de William no debería importarme, pero por alguna razón deseaba saber qué era lo que pensaba de mi impulsivo cambio. Las cosas con él habían cambiado un poco, hacía dos semanas teníamos este nuevo trato, acordamos evitar encontrarnos, y si lo hacíamos, solo nos saludaríamos con un leve asentimiento de cabeza. Si queríamos vernos, él me enviaría un mensaje o al revés, y eso era todo. Cuando nos veíamos, teníamos…bueno, sexo, pero solo eso.

—¡Liberty! —escuché la voz de Melanie, y sobresaltada me giré hacia ella—. ¿Qué? —dije sonrojándome. 

—Y bien, ¿irás? —dijo ella. Miré a todos en la mesa, ellos me devolvían las miradas expectantes, incluso Sophie. Demonios, no quería decir que no estaba escuchándolos.

—¿Qué dices tú? —miré a Sophie, esperando algún tipo de explicación ya que hoy estaba tan comunicativa. Ella se limitó a encogerse de hombros ¿Qué mierda…? Maldita hija de perra.

—Eh…sí, claro. —dije y Camille dio unas pequeñas palmaditas alegre. Bueno, me alegraba saber que mi decisión la haya puesto contenta. Miré a William y lo atrapé mirándome. Levanté una ceja y comencé a escribirle un mensaje.

Yo: ¿Qué demonios haces aquí? Estás rompiendo las reglas.

Malditoinglés: ¿No acabas d escuchar? Bobby qría invitarlas a ir cn nosotros est fin d semana largo a su ksa d playa en San Diego. Técnicament no stoy rompiendo ninguna regla ;)

Alcé la vista y miré a William estupefacta. Él inclinó la cabeza en confusión y luego comenzó a reír por lo bajo. Lo miré enfurecida.

Yo: Muérete.

Malditoinglés: Si tanto te moleta ¿porq dijiste q sí? Apuesto a q qieres pasar más tiempo conmigo ;)

Yo: ¡JA! Si claro, pues olvídate del sexo este fin de semana ;) No pienso dejar que los demás se enteren de lo nuestro.

Malditoinglés: ¿Lo nuestro? Oh eres tan romántica ♥  puedo sentir el amor a través del móvil.

Lo miré y él frunció los labios mientras me tiraba un beso. Fingí tener que vomitar, y me puse de pie al notar que era hora de entrar a mi clase. Salude rápidamente a los demás y me fui hacia mi salón.

Mientras subía las escaleras, mi celular vibró indicando un mensaje.

Malditoinglés: Me gusta tu cabello azul, se ve seeexy ♥

Sonreí mientras leía el mensaje. Le gustó. ¿Por qué sentía en mi estómago algo raro? Miré la fecha en mi celular, nop, definitivamente no estaba en mis días, debía ser algo más. 

Pensé en William… esa debía ser la conversación más larga que habíamos tenido desde hace dos semanas, a decir verdad, no hablábamos desde que establecimos nuestro acuerdo… ¿Por qué no…?

¡Mierda!

¿Qué demonios hacía hablando con él?

Se suponía que no lo haría.

Maldición Liberty, eres una idiota.

No podía tener una conversación con él, no debería hablarle, ni hacer bromas, ni dejar que me hiciera cumplidos. Siempre empezaba de esa forma, como en las jodidas películas: primero el sexo, luego las pequeñas bromas, los celos, el intercambio de miradas profundas y cuando menos te lo esperas ¡BAM! Alguien se enamora. No decía que yo no lo haría, pero sabía que nunca duraría lo suficiente como para establecer una relación. Miré enojada el mensaje de nuevo. Tenía que arreglar esto…

 Yo: ¡NO PEDÍ TU JODIDA OPINIÓN IMBÉCIL! 

Desastrosa Coincidencia© (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora