CAPITULO DIECISEIS

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WILLIAM

Estábamos en la sala de estar con Bobby y Melanie esperando por las demás. Quedamos en que iríamos a comer afuera, ya que no habíamos echo tiempo para ir de compras temprano y porque nadie quería cocinar. Estaba nervioso…hoy Liberty se había enojado por alguna razón, y desde nuestro encuentro en las escaleras no salía de su habitación. Alcé la vista y ví a Daphne y Sophie bajando las escaleras, la primera estaba vestida con un vestido rojo que apenas cubría lo más esencial y sonreía a Bobby. Decidí ignorar la mirada de enfado de Sophie cuando ví detrás a Liberty y…

Demonios.

¿Por qué se veía tan sexy con lo que sea que se ponga?

Ella llevaba un short de jean y una top negra suelta, y como era de esperarse estaba molesta. No pude hacer otra cosa que sonreír, ya que su ceño fruncido solo la hacía verse perfecta, entre adorable y caliente. Ella pasó a mi lado ignorándome y salió al porche.

—Apúrense idiotas, tengo hambre. —dijo mientras se dirigía al auto.

Cuando salimos tras ella, Bobby habló.—Mmm, creo haber escuchado la palabra idiota... —Liberty se tensó, se dió la vuelta y con una mirada arrepentida se acercó a Bobby.

—Lo siento, sabes que no va dirigido a ti, mi querido amigo Bobby Lawrence.—dijo ella sonriendo.

—Muy bien. —dijo Bobby. ¿Qué demonios? Liberty debía ser realmente fanática del padre de Bobby, de lo contrario lo habría mandado al infierno. Me subí al asiento del conductor algo molesto, y mientras esperaba a que todos subieran, tomé mi celular y le escribé un mensaje a Liberty.

Yo: ¿Tengo q ser hijo d un famoso director para  q m trats de esa forma?

El espejo retrovisor me daba un vistazo al rostro de Liberty mientras leía el mensaje. Primero se sorprendió, y luego me miró enfadada.

Liberty: No

Comencé a sonreír cuando llegó otro mensaje.

Liberty: No te trataría de esa forma ni aunque fueras hijo de mi amado y único Stan Lee[1]

Fruncí el ceño y apreté el volante con fuerza mientras comenzaba a manejar. ¿Por qué todo era tan difícil con ella? Bobby no había echo nada, y Camille...o mejor dicho Daphne, ya esta enamorada o lo que sea de él; y Liberty lo trataba como su mejor amigo.

Sin resultados, había tratado por todos los medios de que Camille confiara en mí, y ahora que había echo un pequeño avance con Liberty, volvíamos a estar como antes.

Sé que le gusto, pero es demasiado terca para admitirlo.

Cuando llegamos al restorán nos sentamos todos en una gran mesa. Daphne, Bobby y Liberty en ese orden, estaban sentados en un lado de la mesa mientras que Sophie, Melanie y yo estábamos del otro. Por suerte, el lugar no era muy formal, porque estoy seguro que todos estarían mirando raro a Daphne quien se comportaba como una verdadera zorra con Bobby, lo peor es que luego tuve que pasar exactamente una hora y diez minutos escuchando los constantes halagos de Liberty a Bobby. Estaba a punto de lanzarle mi pedazo de tarta de arándanos a la cara a él, cuando Melanie habló.

—Yo…yo…chicos, lo siento, pero creo que me iré primero.—comentó algo nerviosa. Me giré hacia ella y noté que estaba observando algo mas allá de nuestra mesa a punto de entrar en pánico. Liberty dejó de hablar y se levantó.

—Te acompaño.—dijo seria. Melanie le dió una mirada de agradecimiento y ambas se retiraron. Me extrañó este pequeño intercambio, asi que me giré hacia donde Melanie había fijado la vista. Unas mesas más adelante se encontraba un joven más o menos de mi edad, que miraba hacia donde estábamos nosotros y también parecía nervioso.

Desastrosa Coincidencia© (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora