Capítulo 7

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Capítulo 7: ¿Es esto... eso?

Colegio Jackson Heights, Nueva York

28 de mayo del 2026, 15:31h

La conversación con Stacie deja a Chloe con la mosca detrás de la oreja el resto del día, y está tan distraída que varias veces sus alumnos tienen que hacerle correcciones o recordarle por dónde iban.

Cuando por fin suena el último timbre del día, Chloe tiene casi más prisa por irse por fin a casa que sus alumnos.

Está segura de que, si no fuera porque al ir hacia la puerta tropieza con un tambor que alguien ha dejado tirado en el suelo, se habría marchado sin mirar atrás. Pero el retumbar hueco que deja escapar el instrumento le abre los ojos al estado de alborote en el que siempre dejan el aula de música.

De modo que se despide de sus alumnos con una última tarea para el día siguiente y aún tarda media hora más en terminar de recoger y guardar todos los instrumentos en sus respectivas cajas y armarios.

Ya son cerca de las cuatro cuando finalmente empuja abierta de par en par la puerta principal del colegio y cruza a paso rápido el parking hasta donde dejó su Prius.

Para entonces, la impaciencia es más fuerte que ella y se aísla en el interior de su coche con las puertas cerradas y las ventanas subidas hasta arriba. La mayoría de los estudiantes ya se han marchado a sus casas en sus coches y los buses, pero todavía quedan algunos remoloneando por el perímetro del colegio.

Saca el iPhone de su bolso, el cual tira sin cuidado alguno sobre el asiento del copiloto mientras toda su atención se centra en el smartphone que descansa en la palma de su mano y todo el poder que contiene.

Tiene todavía los mensajes de Aubrey sin leer, así que entra primero en el chat con su mejor amiga antes de distraerse con otras cosas.

Bree (12.02)

Chloe

Esta eres tú??

tmz.com/beca-mitchell-romance-nuevo-hotel-fotos-348373

Qué pasó en la reunión exactamente??

Chloe (15.59)

Luego te cuento 😬

Prometido

.

Habiendo cumplido ya con esa parte, Chloe busca el contacto de Beca entre sus favoritos y presiona el pequeño icono de las videollamadas.

Hay ciertas conversaciones que se deben tener cara a cara, pero como esa no es una opción factible para ellas por el obvio impedimento de que viven en extremos opuestos del país, el FaceTime debe bastar por ahora.

Chloe casi se ha hecho un piercing en el labio inferior con sus propios dientes mientras espera a que los pitidos cesen y la imagen en negro se convierta en el rostro de Beca.

Cuando por fin la videollamada se conecta, Chloe está tan aliviada que prácticamente se olvida de respirar. Pero, en vez de la sonrisa de Beca, lo que la recibe en la pantalla es la imagen temblorosa de un techo.

- ¿Becs? – llama, tentativa –. ¿Te pillo en buen momento?

- Sí, sí, dame un segundo, Chlo – escucha que responde la voz lejana de Beca antes de continuar una conversación que Chloe claramente ha interrumpido.

Se siente ligeramente culpable, porque en su prisa por conseguir respuestas para todas sus dudas no se paró a pensar en que era probable que Beca siguiera trabajando, aunque en Los Ángeles ya fueran las siete de la tarde.

My God, this reminds me of when we were youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora