Capítulo 13

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A/N: Lo dicho: ¡totalmente recuperada y tan fresca como una lechuga recién cogida del huerto! Muchas gracias a todes los que me habéis preguntado y dado ánimos. Sois les mejores 💜

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Capítulo 13: Parece que alguien le hubiera puesto del revés

Colegio Jackson Heights, Nueva York

27 de agosto del 2026, 07:37h

Chloe deposita por fin la última mesa de sus niños que completa el cuadrado en el que ha organizado todas las demás, solo dejando un estrecho hueco en una de las esquinas por el que Chloe puede colarse hacia el centro.

Encima de cada mesa ha dejado una pista sobre el tema del que va a tratar la clase de hoy: dos vasos transparentes por niño llenos hasta un poco más de la mitad con agua.

En su mesa reposan el resto de los ingredientes necesarios para los experimentos, y que irá repartiendo y supervisando ella misma para evitar accidentes: vinagre, Fairy, colorante y crema de afeitar.

Tiene muchas ganas de que suene el timbre para empezar la clase y ver las caras de sus niños cuando les cuente lo que tiene planeado; pero aun así, cuando escucha la puerta abrirse tras ella, les echa de manera inmediata.

- Todavía no es la hora, chicos – alza la voz para que viaje por encima de su hombro hasta la puerta mientras ríe para sí misma –. Necesito que me deis cinco minutos más para prepararlo todo.

Saca de la bolsa de plástico el último juego de vasos y les quita el papel de burbuja. No puede resistir la tentación de explotar unas cuantas burbujas en su puño apretado antes de tirarlo a la basura y colocar los vasos en la mesa.

- Chloe.

La persona que llama su nombre es, definitivamente, no uno de sus niños, y Chloe gira rápida sobre los talones de sus sandalias.

- Ah, directora Foster – saluda. Cuando ve la forma en que los ojos marrones de su jefa analizan su nueva organización de la clase, sonríe y señala la fregona que reposa justo en la entrada –. Esta vez tengo un plan de contingencia preparado, no se preocupe – le asegura.

La directora ríe y se gira hacia la mujer que tiene a su lado y en la que Chloe no había reparado hasta ahora. Va vestida en un traje de falda de un suave tono lavanda que realza el moreno de su piel y sujeta un cuaderno de cuero en sus manos relajadas.

Su expresión es amable, aunque ahora está teñida de curiosidad mientras espera a la historia que claramente hay escondida tras ese comentario.

- Hace unas semanas, uno de los experimentos de Chloe no salió como debía – explica la directora Foster de buen humor –, y nos enteramos cuando comenzó a filtrarse agua al pasillo por debajo de la puerta.

La mujer también parece encontrarla como una anécdota de lo más divertida a juzgar por la risa queda que se cuela entre sus labios.

- Aun así, Chloe se las apañó para salvar la situación – continúa la directora con un gesto de la mano hacia la profesora –, y les enseñó los distintos estados del agua.

Chloe se recoge un mechón de pelo tras la oreja, todavía nada acostumbrada a recibir cumplidos de parte de gente a la que admira.

Se pone de puntillas al cruzar por el estrecho pasillo que se ha construido a sí misma para salir del centro del cuadrado de mesas y enrolla la bolsa de plástico vacía alrededor de su mano hasta convertirla en un nudo que no se desenrosca.

My God, this reminds me of when we were youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora