Capítulo 12 A

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A/N: Permitid que me ponga seria un momento.

Por favor, tened bien claro que si alguien os dice qué poneros, qué ver, qué decir, qué amigos tener, qué pensar, eso NO es amor. Eso es POSESIÓN. Eso es teneros bajo su poder y su control. Eso es trataros igual que una muñeca.

Y no sois ni un jarrón, ni niños pequeños, ni una muñeca. Sois vuestras propias personas. Nadie tiene que, ni DEBE, poseeros.

Gracias por venir a mi Ted Talk.

Podéis proceder a leer el capítulo.

***

Capítulo 12 A: No desenredas un hilo enmarañado revolviéndolo más

Museo de Historia Natural, Nueva York

3 de agosto del 2026, 17:07h

Chloe no se había dado cuenta de cuánto echaba de menos las excursiones de fin de semana por Nueva York hasta ahora.

En sus años viviendo en la ciudad que nunca duerme, Beca y ella siempre planeaban algo que hacer todos los fines de semana para ir conociendo Nueva York: desde subir a la Estatua de la Libertad o el Empire State, hasta recorrer Central Park o el MoMA de esquina a esquina.

Pero al final del segundo año, el trabajo de Beca en BFD Artists atrajo la atención de DJ Khaled, lo que llevó a que firmase un contrato con él y se mudara al otro lado del país como siempre dijo que acabaría haciendo, y Chloe dejó de explorar Nueva York.

Hacerlo sola le dejaba un sabor amargo en la boca que le duraba semanas; y las pocas veces que se llevó a Amy con ella, la australiana siempre las acababa metiendo en líos y tenían que huir a la carrera de alguien muy enfadado.

Y luego vino Brad que, como abogado en cierne tratado de labrarse una carrera de éxito, siempre tenía trabajo los fines de semana; y las raras veces que estaba libre quedaban con sus amigos o iban a pasar el día con su familia a los Hamptons.

Chloe todavía recuerda con claridad la primera vez que le propuso ir a hacer algo por la ciudad, ellos solos.

- Podemos coger el coche e ir a pasar el día en Coney Island – dijo Chloe con emoción, arrodillándose en el sillón para poder mirar por encima del respaldo hacia la cocina, donde Brad estaba leyendo el periódico mientras se bebía el café.

- No hay nada que hacer en Coney Island – argumentó Brad sin siquiera alzar la mirada del artículo que estaba leyendo.

- ¿Cómo que no? – rebatió Chloe, asombrada –. Podemos montar en un par de atracciones, comer manzanas caramelizadas y algodón de azúcar, pasear por la playa durante el atardecer...

- ¿Y soportar durante todo el día los gritos histéricos de niños hiperactivos y los gruñidos de sus padres? No, gracias – respondió Brad secamente.

Dobló el periódico y, con la taza de café en la mano, se acercó al sillón para darle un beso a Chloe en la frente antes de ir a la habitación para vestirse.

- Además, ¿te has olvidado de que acordamos ir a la barbacoa de Amber y Tyler?

Chloe hizo un puchero.

- Amber y Tyler hacen barbacoas literalmente todos los fines de semana.

Brad emergió de nuevo al salón con el ceño fruncido y esa postura defensiva que siempre precedía a una pelea.

- Creía que te gustaban.

- Sí, claro que me gustan – No, las odio con toda mi alma, en realidad. Si fuera por Chloe no volvería a pisar una de esas barbacoas en su vida.

My God, this reminds me of when we were youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora