Capítulo 10

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A/N: Errrmmm...No tengo nada que decir en mi defensa. Absolutamente nada. No leáis esto enpúblico.

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Capítulo 10: Hola, Chloe

Hotel Parl Lane, Nueva York

15 de julio del 2026, 06:00h

El estruendoso alarido de la alarma de un iPhone a todo volumen arranca a Chloe de su sueño con demasiada brusquedad.

Se despierta de un sobresalto, alzando la cabeza de la almohada.

- ¿Qué...? – pregunta en un balbuceo incoherente, completamente desorientada. Parpadea con ojos todavía espesos por el cansancio que se acumula en ellos hasta que por fin logra enfocar la habitación de hotel, iluminada en la escasa luz del día.

La falta de rayos de sol colándose a través de las espesas cortinas grises, y el sueño que tiene todavía, le dan la pista de que es demasiado pronto para estar despierta en un sábado.

En su pecho, totalmente pegada y curvada a su cuerpo, Beca se revuelve entre ininteligibles protestas. Alza ambos brazos hasta que rodea su cabeza con ellos en un intento inútil de protegerse del molesto sonido.

- Apágalo – murmura con un quejido, el ceño fruncido y los ojos apretados.

- Es el tuyo – responde Chloe tras localizar el culpable de tanto escándalo y darse cuenta de que es el móvil de Beca, que vibra y parpadea sobre la superficie de madera de la mesilla de noche.

Beca deja escapar un largo gruñido de lo más profundo de su pecho y, a ciegas, alarga una mano con la que tantea por la mesilla en busca de su móvil. Si Chloe no estuviera tan molesta por el brusco despertar, sería capaz de encontrar la escena tremendamente divertida.

Decide intervenir cuando Beca golpea accidentalmente con el dorso de su mano el vaso de agua que dejaron anoche en su mesilla, y lo empuja hasta casi tirarlo por el borde.

Chloe se alza sobre un codo y se estira por encima de Beca. Las yemas de sus dedos tropiezan con la parte inferior del iPhone, que sigue entonando la melodía cada vez más y más alto, y se curvan para deslizarlo sobre la madera.

- Ponlo en silencio – gruñe Beca.

Tras un par de golpeteos sobre la pantalla, Chloe logra apagar la alarma y pone el iPhone en modo no molestar. Deja escapar un suspiro de alivio cuando se hace el silencio inmediato en la habitación.

- ¿Se puede saber para qué necesitas una alarma a las seis de la mañana de un sábado? – protesta con un bufido.

Sin embargo, ese sonido se desfigura a la mitad y se trasforma en un jadeo sorprendido cuando una boca cálida y húmeda se cierra en torno a uno de sus pezones. Dientes rascan cuidadosamente su piel antes de soltarlo con un pop.

Chloe apoya su brazo estirado en la cama para mantenerse sobre Beca con mayor comodidad y baja la mirada a los ojos que, todavía parpadeando de manera somnolienta, le devuelven la mirada.

- ¿Tú no estabas dormida? – inquiere con una risa en su voz.

Una sonrisa torcida se expande lentamente por el rostro de Beca.

- Sí, pero me las has puesto en toda la cara – se excusa, encogiéndose de hombros –. Es mucho más agradable despertarse con esto... – sus dedos pinchan el pezón opuesto –, que con eso – y luego hacen un gesto vago hacia su iPhone.

Chloe se limita a arquear una ceja, pero tampoco hace amago alguno de retirarse y Beca se aprovecha: una de sus manos se desliza por la cintura de Chloe mientras alza la cabeza de la almohada para depositar una línea de besos que baja por la curva de su pecho izquierdo.

My God, this reminds me of when we were youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora