Ella fue quien le confesó que le quería.
Él se sorprendió de que diese el primer paso.
Ella estaba nerviosa y asustada, pensando que él la rechazaría.
Él sonrió y la besó.
Ella creyó morir por aquel dulce beso.
Él también le confesó todo lo que sentía.
Entonces se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro.