Él tenía cáncer y no había ninguna cura para salvarlo.
Ella permaneció fuerte por él, para darle su apoyo incondicional.
Él le hizo prometerle que cuando llegara el día de marcharse, que trataría de ser feliz sin importar nada.
Ella con lágrimas en los ojos se lo prometió.
Él simplemente le dijo que la amaba con todo su corazón y que nunca, nunca lo olvidaría.
Y sus últimos días los pasó con ella; compartiendo sus últimos momentos con la persona que más quería en el mundo.
La vida era dura... Una realidad que todos alguna vez tendremos que enfrentar.
Todos pasamos por una etapa difícil de superar.
Ellos merecían un final feliz, pero no todo lo que deseamos lo tenemos.
