Esp: VaccoGerald

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Trato de no intervenir al ver lo que hacen con Vacco, desvió la mirada al ver su cuerpo retorcerse cuando atan sus manos y piernas a la cama con una extraña cuerda, bajo la mirada sintiendo mis ojos llenarse nuevamente, nunca en mi vida había llorado hasta el día de hoy, nunca en mi vida he sentido tanto dolor como el que sentí cuando herí a Vacco, nunca en mi vida me he sentido tan mal como lo hago ahora, desde que lo conocí, siempre hemos estado juntos, desde que mis sentimientos por iniciaron a ser más que los de un hermano él siempre los acepto y fue reciproco, desde que nos juntamos fue feliz hasta el día que Frederick y Patrick lo alejaron de mí, siempre me creí alguien con sentimientos limitados pero cuando se trata de Vacco pierdo el control de mí mismo, pierdo mi ser y solo está el en mi mente; ahora el será uno de esos seres a los que hemos perseguidos, no quiero pensar en lo confundido y mal que se sentirá cuando despierte...

— Traigan las cadenas— miro al consejero de la manada cuando deja una pesada cadena de plata en el cuello de Vacco quien se retuerce dolorosamente.

— ¿Es eso necesario?— pregunto al ver que a Kyle no le hacen lo mismo.

— Ya sabemos que la mordida salvo su vida— dice viéndome con una mirada reprobatoria — pero ustedes los cazadores han usado métodos insanos con tal de exterminar a toda criatura de la faz de la tierra— habla con odio — no podemos estar seguros de si será un Lobo o alguna bestia incontrolable cuando la transformación termine ya su estirpe ha causado mucho daño a nuestra manada, no puedo permitir que lo hagan de nuevo— dice viéndome directo a los ojos— si es algo que no se pueda controlar lo matare y otra cosa, si sobrevive, ten en cuenta que los lobos tiene parejas destinada y cuando su ser cambie su pareja destinada será enlazada a el — esas últimas palabras salen de su boca con satis facción.

— Si está vivo es suficiente para mí— respondo sin quitar mi mirada del rubio.


Desde que fue mordido soy consciente de todos los cambios que vendrán con su despertar, sé que ya no será el mismo de antes, sé que el proceso de aceptación y de su autocontrol será duro y tardío, también era consciente de la relaciones lobunas que tendrá, soy consciente que un ser en este mundo será su alma gemela, soy consciente de todo eso y mucho más pero no me importa, lo único que quiero es que esté vivo, lo único que deseo es verlo bien.


— No te aflijas, aun cuando las circunstancias de su cambio no son las mejores, Vacco tiene todo lo necesario para ser un Lobo fuerte — miro a Hermes quien me sostiene de un hombro.

— ¿Qué posibilidades hay de que su pareja destinada sea yo?— pregunto viendo al sabio y corpulento castaño.

— Solo la luna sabe eso Gerald, pero ten fe— sonríe antes de acercarse a su hermano igual en una camilla.


Salgo de la habitación para conseguir algo con que poder limpiar el cuerpo de Vacco, aún está cubierto de sangre, nunca crei que alguin dia lucharíamos como lo hicimos, ambos estábamos dispuesto a matar al otro.

Tomo un recipiente con algo de agua, una esponja y una toalla antes de regresar a la habitación donde están los dos heridos, al entrar veo a Kass quien me mira y sonríe un poco, trato de regresarle el saludo pero no puedo, me acerca a Vacco y me siento a su lado, antes de poder tomar la esponja alguien me toma de la mano.


— Tú también estas herido, déjame curarte— miro a Kass antes de soltarme de su agarre.

— Estoy bien, puedo hacerlo solo— digo volviendo a mi trabajo.

— Gerald... el estará bien, será fuerte como siempre y podrás estar con el nuevamente— dejo de mover la esponja sobre el pecho de Vacco.

— Eso aún no lo sabemos, pro gracias por tratar de animarme, deberías volver con Kyle— corto la conversación.


Cierro los ojos por un momento, desde que lo han traído a este lugar no he dormido un segundo, no quiero que despierte y no me encuentre o que este dormido, abro los ojos por el miedo a dormirme y masajeo mi cuello, doy una mirada al castaño en la otra cama y regreso mi mirada hacia Vaco casi cayendo de la silla al verlo con su mirada fija en mí, rápidamente me pongo de pie.


— No te acerques— habla con una voz rasposa y seca— me siento raro— habla con el ceño fruncido.

— Te daré algo de agu...— mi voz se corta al ver como el azul de sus ojos se apaga para dejar der unos ojos ambarinos que me hielan la sangre, jamás he visto a un lobo con esos ojos.

— Hue...hueles muy bien— dice antes de pasar saliva.

— Eres consciente— digo con mi mirada fija en él.

— ¿No debería?— pregunta y frunce el ceño— ¿Qué es ese olor?— pregunta con asco.

— Solo estamos tú, Kile y yo aquí— respondo y sus ojos cambian a un rojo sangre.

— Estamos con ese perro— pregunta molesto.

— Eres un vampiro— digo sorprendido— ¿Cómo puedes ser un vampiro? — pregunto desconcertado.

— Acércate— pide sin quitar sus mirada de mí.

— Eres un neófito, no tienes control sobre ti mismo, no quiero que si me lastimas después te sientas mal— hablo sacando mi cuchilla— lo mejor será que mantengamos la clama amor— cuando digo la última palabra sus ojos vuelven al azul al intente.


Vacco



Es raro sentirse así, es raro desear a Gerald más de lo que alguna vez lo hice, es malo querer morderlo, no sé qué está pasando conmigo, sé que ya no soy lo poco humano que antes fui pero no quiero ser una bestia por completo, quiero poder permanecer junto a él sin temor a lastimarlo, su aroma es muy llamativo y me atrae más cada vez.


— Limpiare tu cuerpo otra vez— lo veo acercarse con un recipiente.

— ¿Puedes soltarme?— pregunto sintiéndome ya cansado de estar en la misma posición.

— Sé que eres consiente pero no puedo hacerlo, hace muchos años los vampiros fueron exterminados y ahora eres uno de ellos, los libros dicen que los neófitos eran los más sanguinarios y despiadados que podían existir— dice mientras desliza la esponja por mi pecho haciéndome sentir muy caliente— además estamos en una aldea llena de lobos los enemigos naturales de los vampiros, tengo fe en ti y sé que podrás controlarte pero hasta que ellos no lo digan no puedo soltarte— dice sosteniendo mi mano.

— ¿Me temes?— pregunto sintiéndome dolido.

— No— responde sin pensar— temo a que tenga que detenerte si pierdes el control, temo que esta vez no pueda salvarte— dice con una sonrisa triste en sus labios.

— Estaré bien si mi muerte viene de ti— suelto su mano al sentir ese deseo por el nuevamente— siempre te amé y te amare y si algún día debo morir espero que seas tú quien me envié a donde sea que vamos después de la muerte Gerald— el solo me mira directamente a los ojos— te amo— digo cerrando los ojos.

— Jamás lo dijiste— lo escucho.

— Pero siempre lo sentí— respondo antes de dejar de escuchar y sentir todo.




Un poco corto pero debia hacerlo, crero que esta pareja merece su propia historia jajaja.

MI CHICO OBSTINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora