BESO

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Ha pasado una semana desde que fui a la casa del castaño rarito, desde ese día cada que lo veo siempre está evitándome o si se acerca solo dice un monologo y se aleja, Hermes creo que así se llama su hermano me ha dicho que solo es un tonto que no le de mucha importancia a su comportamiento que cuando menos lo espere él se acercara y hablara conmigo, no sé por qué me da explicaciones sobre su hermano, no somos nada así que no entiendo eso, dejando de pensar en estupideces, estaciono el auto y tomo mi mochila para después bajar del auto y caminar hacia la entrada de la escuela, al ingresar me encuentro con el grupo que siempre anda con Keren, los cinco chicos solo me miran y hacen como si nada, pocos pasos más adelante están los amigos de Kyle junto con Hermes quien no deja de ver en dirección al otro grupo con el ceño fruncido, no sé qué pase entre estos y no es mi problema, sigo mi camino hasta llegar al aula y dejo mis cosas, tomo mi teléfono mis auriculares y mi cuaderno de dibujo, mientras escucho música garabateo sobre mi cuaderno sin dibujar nada en específico, continuo dibujando sin levantar la cabeza hasta que alguien golpea mi asiento sacándome de mi mundo.

— Que vinito lobo— dice la chica que se sienta frente a mí, frunzo el ceño y ella señala mi cuaderno.

— ¿Qué?— pregunto al ver un hermoso lobo sobre sus cuatro patas observando algo sobre un montículo de arena, no me sorprende el lobo, ni lo definido que esta, me sorprende que el lobo mantiene su mirada como si hiciera contacto con quien vea el dibujo, jamás había dibujado algo así.

— Deberías asistir al club de arte— dice antes de mirar al frente nuevamente, es hay que me doy cuenta que estamos en clase de matemáticas.


Me levando con dificulta, están han sido las tres horas más largas de mi vida ¿Por qué si ya vi lo que están dictando aquí no puedo dejar de asistir a esta materia? Tomo mis cosas y salgo del aula con dirección a mi casillero, debo dejar mis libros y ver qué clase me toca después del descanso, camino distraído hasta llegar a mi casillero donde se encuentra Keren y su sequito, todos me mira como preguntándose ¿Y este que quiere? Keren me mira y sonríe de manera coqueta y eso es un poco molesto, suelto un suspiro y me acerco.

— Kassie — Keren pronuncia mi nombre— ¿Qué te trae por aquí y más exactamente a mí? — pregunta viéndome de pies a cabeza.

— Tienes pinta de todo menos de tonto Keren, estas en mi casillero— sonrió de lado.

— Oh eso es triste ¿Quiere decir que no viniste por mí?— pregunta acercándose a mí.

— No tengo nada que hablar contigo ¿Por qué debería buscarte?— nuestras miradas se conectas y juraría que vi sus ojos rojos por un segundo.

— Eres demasiado obstinada para tu bien— habla con un deje de enojo.

— Y extremadamente peligroso para el mal de quien se lo busca— respondo de la misma manera— ahora ¿Puedes apartarte?— pregunto sin dejar de verlo.

— Claro, vámonos— dice a sus amigos, los veo alejarse mientras hablan entre si y giran a verme.


Dejo lo necesario y tomo mi uniforme de gimnasia percatándome de que no lo lave antes de guardarlo, tendré que usar el short el día de hoy, que molesto, tomo la pequeña prenda y cierro el casillero, doy media vuelta para alejarme pero termino asustándome al ver los ojos verdes de Kyle muy cerca de mi ¿En qué momento llego aquí? Kyle solo me observa sonríe y da media vuelta para marcharse, este sujeto está más raro que nunca pero es gracioso su actuar; me afano hacia el gimnasio al escuchar la campana, ingreso a los vestidores y me cambio de ropa por el uniforme de física bueno la mitad del uniforme, mientras los demás llevan el pantalón largo para deportes yo debo ir con uno corto, acomodo mi cabello y me encuentro con mis compañeros quienes no dejen de verme, Hermes y su grupo se acercan.

MI CHICO OBSTINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora